1. Amor familiar (capitulo 1)


    Fecha: 02/10/2024, Categorías: Dominación / BDSM, Incesto Autor: cleversex, Fuente: SexoSinTabues30

    ... la cama. La até los tobillos con un trozo de cuerda, con otro trozo la uní los tobillos con la mano obligándola a quedarse con el cuerpo arqueado. De pie sobre la cama la observe detenidamente, la saqué unas fotos con el móvil y me tumbé a su lado. La pasé el brazo por debajo y la abracé mientras la volvía a morrear. No sé cuánto tiempo estuve haciéndolo, pero fue mucho: que bien sabe. Y que bien huele. Cuándo termine de besarla empecé a olfatearla cómo un perro perdiguero mientras con la mano, eternamente alojada sobre su chochito, la estimulaba. La llegó un primer orgasmo que la hizo gemir con intensidad mientras pegaba mi boca a la suya para saborear sus orgasmos. No paré, insistí hasta que la forcé otro y luego otro más. Su cuerpo brillaba un poco por el sudor y la solté la cuerda que unía sus tobillos y sus muñecas aunque estos siguieron estando atados. La abracé y seguí olisqueándola. Ahora, sudada, olía más a ella y eso me excitaba más. Apretaba mi polla contra ella y sentía placer y un amor inmenso hacia ella, si eso fuera posible, porque ya lo sentía desde hacia muchos años.
    
    —No quiero que esto pare, —dijo mientras yo seguía besuqueándola y se mostraba complacida—. Quiero que siempre sea así.
    
    —Pues así será entonces, pero tenemos que actuar con precaución, ya me entiendes.
    
    —Ya, ¿sabes que? Lo ideal es que pudiéramos vivir juntos, los dos solos.
    
    —Pues hasta que no terminemos las carreras, nos venga Dios a ver y encontremos trabajo, nos toca vivir con papá ...
    ... y mama, —la dije con una sonrisa.
    
    —No tendría ningún problema en vivir con papá, pero con mama…
    
    —No la hagas caso y pasa de ella.
    
    —No puedo: cada vez la detesto más. Yo creo que papá trabaja tanto para no tener que estar con ella en casa.
    
    —Hace tiempo que lo pienso yo también… y que también cada vez la detesta más.
    
    —Le quiero tanto y me da tanta pena, que no me importaría…
    
    —¿Qué es lo que no te importaría? —la pregunté interrumpiéndola mientras mi mano volvía a alojarse sobre su vagina provocándola un gemido—. ¿Qué el te haga lo mismo que yo?
    
    —Sí.
    
    —¿Quieres tener dentro las pollas de papá y de tu hermano? —insistí mientras con la mano la estimulaba y Marina se retorcía de placer.
    
    —Sí, —dijo con la voz entrecortada. Insistí hasta que finalmente su cuerpo se crispó y empezó a chillar en un orgasmo tremendo que la dejó inerte y con pequeñas convulsiones.
    
    —Sí, ya veo que sí, pero siento desilusionarte, desgraciadamente no creo que sea posible, —dije finalmente mientras la volvía a abrazar. No dijo nada y siguió con los ojos cerrados—. ¿No tienes sueño? —la pregunté y afirmó con la cabeza—. Pues antes me vas a descargar otra vez.
    
    La cogí por la coleta y la bajé la cabeza hasta que la metí la polla en la boca. Esta vez no fue rápido, aunque finalmente me corrí y ella se lo tragó.
    
    Abrí la cama y después de desatarla nos metimos dentro y nos arropamos—. Son casi las dos. Duérmete mi amor que es muy tarde y mañana vas a tener un día intenso.
    
    —¿Me ...
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