1. Una Buena Ocasión 6


    Fecha: 08/10/2024, Categorías: Incesto Autor: Trastornado, Fuente: TodoRelatos

    ... y cuanto antes.
    
    Yo de vuelta a la siguiente clase, reía solo por el pasillo al darme cuenta de cómo se había quedado la directora canija, y ya le daba vueltas para ver cómo se comía toda la “merienda” y de paso le convencía para que no le dijera nada a mis padres de mi mejora en los estudios. Solo me faltaba aguantar a más gente nueva, y más gacelas inexpertas, pensé resoplando.
    
    -¿Qué has hecho ya viejo? -me soltó Sumía, alcanzándome desde detrás y dándome un beso en los labios metiendo una mano en el bolsillo trasero de mi pantalón y apretando mi culo.
    
    -Nada, unos datos del curro de mis padres, que los tenían mal. -le mentí, cogiendo yo su culo también, y entrando en la siguiente clase.
    
    Mientras llegaba el profesor, se había sentado encima mío, y me besaba con pasión y descaro. Había un par de compañeras, de las que no te hacen girar la cabeza, pero que yo sabía que estaban muy buenas, y sobre todo, que se dejarían someter en cuanto les diera un poco de charla. Pero mi polla no estaba para juegos de adolescentes, y a los cinco minutos le advertí:
    
    -Más vale que bajes, o te empotro en esa mesa. Me da igual que miren. - le advertí, sacándole una risa y contestándome:
    
    -Ya la noto, ya. ¡Buuff!.- y se bajó yéndose a su sitio sabiendo que era verdad.
    
    No esperemos a los demás después de clase, me llevaba de la mano al callejón, con el paso algo ligero, y haciendo botar sus dos tetitas de piedra a cada paso, sonriéndome al ver que se las miraba con cara de ...
    ... tonto.
    
    -Ahora te las comes, madre mía como me tienes, viejo.-me dijo apoyándome en la pared, tras el contenedor y desabrochándome el pantalón con prisas.
    
    -Ya te veo, ya ¡Mmmmh! ¡joder, como vas peque! ¡Buuff! -le dije al ver cómo me la comía ansiosa y se sacaba sus braguitas y las tetas sin dejar de chupármela rápida para ponerla dura.
    
    Me la puso como un mástil en un momento, se incorporó y me ofreció los brazos para que la cogiera y la levantara para follarla contra la pared, y eso hice encantado.
    
    -¡Aaaaajj! ¡Mmmmh! ¡Aaaaj! ¡Aah! ¡Aaaaaah! ¡Mmmmh! que bestia ¡Aaj! ¡Aaj! ¡Aaj! ¡Aaj!.- empezó a botar ella en mi polla, después de pegarle unos cuantos pollazos y hacer sitio en su pequeño pero ya “medio experto” coñito.
    
    Agarrada a mi cuello y botando a su gusto, yo le comía las tetitas de piedra, que me miraban sonrientes y brillantes al rato, cogiéndome de la cabeza y besándome entre espasmos de la corrida que se estaba pegando, pero solo aflojo un poco el ritmo. La pequeña gótica estaba desatada, y me besaba sacándose y metiéndose toda la polla que le entraba y salía lentamente, muy bien lubricada y agradecida.
    
    -¡Aaaaah! ¡Mmmmh! ¡Mmmmh! estaría así todo el día ¡Mmmmh! ¡Oooooh! ¡Oooooh!.- me dijo mirándome y lamiéndome los labios antes de mordérmelos y volver a cabalgarme otra vez, más rápido cada vez, con esa cara de niña mala y diabólica, que me ponía a mil.
    
    Ya hacia días que no la pillaba, la quería poner contra la pared y follarle ese culito de vicio, pero la ...
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