1. La tía de mis primos (parte I)


    Fecha: 10/10/2024, Categorías: Fetichismo Autor: Cazador_de_MILF, Fuente: CuentoRelatos

    ... nada. Al terminar de comer, me levanté de mi silla y dije que iría a hacer una siesta. Recogí mi plato rápidamente y me dirigí a la cocina sin hacer contacto visual con nadie.
    
    Mi estrategia sería sencilla: evitar a toda costa a Katy y pretender que nada había ocurrido. Al entrar a la cocina, puse mi plato en el lavaplatos y escuché "le dejé un regalito en su baño". Volteé y era ella. Nunca en mi vida la había visto tan hermosa como esa vez. Tenía una sonrisa traviesa y no tenía puesta una camiseta sobre su traje de baño, como lo hizo en todo momento hasta antes de descubrirme. Sus pezones estaban duros como una roca y parecía que iban a reventar la tela. Estábamos solos los dos. "No sabe lo que me excitó ver lo que le hizo a mi calzoneta. Por lo visto le encantó mi olor" me dijo con una voz suave mientras se acercaba a mí.
    
    "Quiero que me coja toda y que me deje como dejó esta calzoneta" me dijo mientras se señalaba el traje de baño negro. Yo me quedé paralizado. No pude responder. Tiene que ser un sueño en el que estoy delirando de excitación, pensé. Pero Katy me recordó que todo era muy real. "Tenía años de no tocarme a mí misma, y hoy no me pude resistir" me dijo al oído. "Aquí todo el mundo se duerme temprano. Lo espero en el rancho a las 2 de la mañana para que pueda oler y probar todo lo que quiera de forma directa. Pero para mientras, espero que le guste su regalo", sentenció lanzándome un guiño.
    
    Yo tenía una erección que dejaba en ridículo a la erección que ...
    ... tenía cuando me reencontré con el olor de Katy antes ese día. Yo estaba sin palabras. En eso ella se acercó a mí, volteó a ver a todos lados para asegurarse que no había nadie alrededor y me agarró el pene con su mano derecha. Con el pulgar haciendo movimientos circulares, bruscos pero pausados, me masajeó unas cuantas veces la punta. "Así lo quiero más noche. No diga nada y actúe normal" dijo mientras se volteaba. Yo no podía parar de admirar ese culo redondo y perfecto; estaba hipnotizado.
    
    Entonces, realicé que ella me había dejado algo en el cuarto donde yo dormiría. Cómo hizo para saber que "mi cuarto" estaba en la esquina opuesta del suyo es algo que nunca supe. Corrí como loco al cuarto donde dormiría esa noche y me encerré en el baño. Lo primero que noté al entrar fue mi regalo: la calzoneta color corinto que Katy estaba usando ese día cuando llegamos. Estaba sobre el lavamanos y al revés, esperándome. Cuando la tomé vi que el pedazo donde va la vagina estaba manchado por un fluido viscoso entre blanco y amarillo. El olor era espectacular; tan potente que todo el baño olía a Katy.
    
    Me senté en el inodoro, saqué mi pene, puse la calzoneta sobre mi cara reclinada, y empecé a tocarme como si no hubiera mañana. Como era de esperarse, acabé en cuestión de segundos. Pero no me importó, seguí jugando conmigo mismo mientras me llevaba la calzoneta a la cara. Sin pensarlo lamí todo sin cesar. Si el olor es espectacular e indescriptible, el sabor es lo mejor que me ha pasado ...
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