Echo una mano al mejor amigo de mi marido
Fecha: 11/10/2024,
Categorías:
Infidelidad
Autor: VictoriaSG, Fuente: TodoRelatos
... detrás de esas apariencias tan serias, aparte de a un tipo bastante guapo, vi algo que me inspiró confianza.
Pasé los siguientes días preguntándome si ese hombre habría conseguido calmarse un poco y evitar así los mareos. A veces en urgencias pasábamos muchas horas sin hacer nada, así que me daba tiempo de pensar en cosas que podrían no parecer demasiado importantes. Me constaba que Inma aprovechaba esos ratos para apostarse con compañeros de trabajo, pero esa era una línea que yo no quería traspasar.
Una de esas tardes en las que sí que estaba desbordada por el trabajo, escuché que se formaba un gran revuelo en la entrada. Al asomarme pude ver al hombre de los mareos con un ramo inmenso de rosas rojas. Recé interiormente para que no viniera a por mí, pero cada paso que daba lo acercaba más a mi posición. Hasta que llegó y me entregó las flores.
- ¿Qué haces?
- Me encuentro muchísimo mejor desde que estuve aquí.
- Me alegro, pero esto no era necesario.
- Sería muy descortés por mi parte venir a pedirte una cita con las manos vacías.
- ¿Una cita?
-Sí, que me permitas que te invite a cenar.
- Pero estoy trabajando.
- No tiene por qué ser hoy.
- Está bien, ya quedaremos algún día.
- Dame tu número de teléfono y dime por quién debo preguntar cuando te llame.
- Mi nombre es Malen, si es a lo que te refieres.
- Yo me llamo Ernesto.
- Lo sé, lo vi en tu ficha médica.
Me hice la dura en todo momento, pero la verdad fue que ese numerito ...
... me impresionó bastante. Nunca me habían regalado flores, básicamente porque no me prestaba eso, así que esa primera vez fue algo especial. Aunque a partir de aquel día tuviera que recibir las bromas constantes de todos mis compañeros de trabajo.
Ernesto no perdió el tiempo y al día siguiente ya me estaba llamando para que concretáramos una fecha para la cita. Por aquel entonces el trabajo me tenía ya tan derrotada que apenas salía de casa, ni siquiera para ir de fiesta con Inma, así que esa cena no me apetecía demasiado, pero sí descubrir mucho más acerca de ese hombre tan extraño.
Acordamos vernos el viernes por la noche. Acepté acudir al restaurante que él había propuesto sin conocerlo de nada, pero acto seguido lo busqué en internet y me di cuenta de que era uno de los más caros de la ciudad. Me había dicho que acababa de heredar la empresa de su padre y tenía toda la pinta de que iba muy bien.
Tenían que darse varias circunstancias para que esa cita fuese bien y hubiera opciones de que llegáramos a algo más. La primera y más importante de esas condiciones era que Inma no supiera nada. Podía imaginar lo que diría si se enterara de que había quedado con un hombre para cenar, en plan más bien formal.
Ni yo misma sabía cuáles eran exactamente mis expectativas para esa cita, pero aun así no pude evitar arreglarme con todo mi esmero. Le puse un vestido cortito y bien escotado que tenía guardado desde hacía tiempo, para una ocasión especial. Tampoco sabía si Ernesto ...