Mi madrina cuarentona (1) (corregido)
Fecha: 15/10/2024,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: littlepancake, Fuente: TodoRelatos
... mi parte, al verla por primera vez vestida de esa manera, no pude evitar emitir un silbido de admiración, quedándome arrobado por tan espectacular belleza, y fue ella quién me hizo reaccionar de mi arrobamiento:
- ¿Ya te disté cuenta que tienes la boca abierta?
- Perdón Madrina, pero es que, realmente está usted bellísima…
Ruborizándose me respondió:
- aaaayyy, mentiroso, eres un adulador.
Pero alcancé a ver un brillo diferente en sus ojos, el de la mujer que descubre por primera vez su belleza, y se siente halagada cuando se lo dicen.
Presintiendo que algo podría pasar, invité a dos de nuestros acompañantes a nuestra cita, y al llegar al restaurante, ya nos esperaba nuestro anfitrión, un hombre de unos 60 años, con su gente, e inmediatamente nos hicieron pasar al interior del lugar. ya instalados, el “prospecto" ordenó la cena y dos botellas de champaña, una de las cuales se bebió el solo. Esto me hizo ponerme alerta, pues sabía perfectamente los efectos del alcohol en las personas, sobre todo, las que padecen de alcoholismo.
El tipejo nos acomodó de tal manera de tener a mi madrina a su lado, tratando de seducirla delante de todos. ella solo volteaba a verme y yo trataba de mostrarle mi apoyo. por esto ella rechazaba amablemente los avances del tipejo aquel, hasta que francamente se sobrepasó poniendo su asquerosa mano sobre uno de los muslos de julita; ella se levantó y disculpándose sr dirigió a los sanitarios.
El viejo, que según se veía, estaba ...
... acostumbrado a no aceptar un no por respuesta, también se levantó detrás de ella, y yo, después de dirigir una mirada amenazante a sus acompañantes, me fui detrás de él.
Cuando llegué a los servicios, el tipejo tenía a mi madrina abrazada por la cintura y trataba de besarla a la fuerza, lo sujeté por los hombros y lo obligué a soltarla; su reacción natural fue tirarme un golpe, pero siendo más joven y ágil que él, fácilmente lo esquivé, al tiempo al tiempo que le tiraba una patada a su abultado vientre, rematándolo con un potente derechazo en medio de su repugnante cara.
Con la nariz sangrando y desde su posición en el suelo, me amenazo en su idioma francés con algo que traducido decía:
- ¡¡¡A mí nadie me dice que no, y pueden olvidarse de nuestro trato!!!
Yo, en mi perfecto francés, pero utilizando frases típicas mexicanas para insultar le respondí:
- ¡¡¡Métase sus asquerosos quesos por donde le quepan, viejo cabrón, rabo verde!!!
Y tomando a mi madrina por los hombros, la hice salir del restaurante, junto con nuestros acompañantes, tomando uno de los taxis estacionados afuera del mismo, llegando en pocos minutos al hotel, sin que ninguno de los dos mostrara sus emociones.
Fue hasta que estuvimos en la estancia de nuestra suite, que Julita se arrojó en mis brazos, soltándose a llorar, temblando de miedo. yo la abrazaba fuertemente, pasando una de mis manos por su espalda, sujetándola con la otra, y besando su frente y mejillas, secando con misbesos las ...