Las obsesiones inconfesables de mi hijo (2) - Relatos Eróticos

Las obsesiones inconfesables de mi hijo (2)

... cocina a beber un vaso de agua, al pasar al lado de la habitación de mi hijo, unos gemidos llenaban el silencio, pero lo que más me sorprendió es escuchar la palabra “mamá” entre sus suspiros y jadeos.

Seguí hacia la cocina y mientras bebía el vaso de agua, mis pensamientos se aturullaban en la cabeza. “Esto tiene que acabar de alguna forma”.

Al poco rato apareció mi hijo, únicamente con el slip ajustado dejando entrever su polla ladeada hacia un lado.

- ¿Qué te pasa hijo, no puedes dormir?- le pregunté nerviosa después de haberle oído en su habitación.

- No mamá, me he desvelado y vengo a beber un vaso de leche- me contestó también nervioso.

Me decidí a coger el toro por los cuernos y poniéndome frente a mi hijo le dije:

- ¿Y por qué te has desvelado, algún problema?.

- No mamá, los exámenes se aproximan y me quitan el sueño- fue la respuesta pero su mirada estaba puesta en mis pechos que se marcaban a través del camisón.

- ¿Estás seguro que es eso?- le inquirí con el rictus serio.

- Sí claro, ¿porqué lo dices?- la voz de Luis denotaba nerviosismo.

- Te he oído al venir a la cocina- le espeté sin pensarlo más.

- ¿Qué has oído?- su mirada intentaba desviarse observando la cocina.

Estabas masturbándote, pronunciando mi nombre, no creo eso sean pensamientos sobre los exámenes- le afirmé.

Mi hijo se quedó sin respuesta.

- Cariño esto necesita tratamiento, no puedes seguir así, te repito que soy tu madre y no puedes obsesionarte de esta ...

... forma, debes conocer a una chica de tu edad de la que enamorarte y realizar esas fantasías que tienes conmigo.

- ¿A qué tratamiento te refieres?- mi hijo ciñó el gesto pensando sobre que podía tratarse.

- Hablé con el médico D. Cesar sobre el problema……he estado esperando varios días a ver si se arreglaba, pero en vista de que no, me veo obligada a contártelo- le intenté explicar con naturalidad.

- ¿Y?- la pregunta de mi hijo denotaba curiosidad.

- Me ha hablado de una clínica especializada en terapia sexual, no creo haya mayor problema en pedir cita y explicar el caso.

- ¿Y papá que dice?

- No he contado nada a tu padre, no lo entendería, pasado mañana se va a Barcelona por cuestiones de trabajo y va a estar 15 días fuera.

- ¿Tú crees esa es la solución?- un montón de dudas se tornaban en mi hijo.

- Debemos confiar en que sea así- le respondí llena de convencimiento.

Al día siguiente, llamé al teléfono que me indicó D. Cesar y programamos una visita para dos días después con la doctora Raquel Sánchez.

El día de la cita con la doctora Sánchez, me invadía cierto nerviosismo, era la primera vez que acudía a una consulta de este tipo, en mi vida hubiera pensado llegaría a este punto y menos con mi hijo, pero siguiendo las recomendaciones de nuestro médico y con tal de ayudar a mi hijo era capaz de cualquier cosa.

El centro era una especie de palacete de lujo, la recepción era un hall amplio con un suelo de mármol y columnas junto a las paredes que ...