Las obsesiones inconfesables de mi hijo (2) - Relatos Eróticos

Las obsesiones inconfesables de mi hijo (2)

... un sillón de dos plazas y la doctora estaba frente a él sentada con su bloc de notas encima de sus piernas que estaban cruzadas, cogí un par de auriculares que descansaban sobre una pequeña mesita y me los coloqué en los oidos.

- Bien Luís, he querido que nos quedáramos a solas, porque quizá la presencia de tu madre te ibas a hacer sentir más cohibido, para que me expliques con toda confianza y sinceridad a las preguntas que te voy a hacer, soy doctora y no me voy a escandalizar de nada. ¿Estás de acuerdo?- empecé a escuchar a través del pinganillo.

- Sí doctora – la voz de mi hijo sonaba nerviosa mientras sus manos intentaban abrazarse una a la otra.

- Tranquilo, ya verás que todo va a ir bien……- la doctora miró sus apuntes mientras juntaba sus labios- ¿Qué sientes por tu madre?- le preguntó levantando la mirada y fijándose en Luís.

- Bueno es mi madre y la quiero mucho es la mejor del mundo y un gran apoyo para mí- respondió mi hijo levantando la vista y mirando a la doctora fijamente.

- Eso está bien y es lo más natural…….ahora te voy a hacer una pregunta un poco más intima si me permites- le sonrió haciendo un movimiento con el cuerpo como queriendo quitar importancia.- ¿Deseas a tu madre?¿Te masturbas pensando en ella?

Unos segundos de silencio invadieron la sala esperando la respuesta de mi hijo hasta que al final se decidió.

- Sí – respondió con timidez mi hijo.

- Seguro tendrás muchas chicas pues eres un chico apuesto y no te faltaran ...

... pretendientes guapísimas- le rebatió sonriendo la doctora esperando la respuesta.

- Sí, pero………- la mirada de mi hijo se quedó perdida en el horizonte.

- ¿Qué te gusta de tu madre que no te guste de chicas de tu edad?- le preguntó con interés la doctora Sánchez.

- Ha sido siempre muy cercana a mí ante todos los problemas que tenía, me ha escuchado, me ha mimado, me ha consolado y con chicas que he conocido no he tenido ese acercamiento.

- Pero bueno eso es normal es tu madre y una madre está siempre para ayudar a su hijo y no por eso se la desea- respondió la doctora.

- Sí es cierto pero cuando me ayudó para intentar curar lo de la fimosis, las sensaciones que tuve no las había encontrado nunca con ninguna chica de mi edad…..- respondió Luís bajando la vista con timidez.

- Pero parece que eso no ha sido suficiente, porque sigues masturbándote y cada vez más compulsivamente- añadió Raquel con una sonrisa.

Un silencio inundó la sala después de la afirmación de la doctora.

- ¿Te has masturbado pensando en alguien más de tu familia?- soltó la doctora.

La respuesta de mi hijo me dejó totalmente anonadada, después de vacilar un momento sobre qué responder.

- Sí…….-tras unos segundos de duda- en mi hermana, mi abuela, mi tía, la madre de mi amigo que por cierto también tuvo un problema de fimosis y me contó cómo le ayudó su madre e intenté que mi madre hiciera lo mismo que la suya con él – la voz de mi hijo sonaba cada vez más animada como si se estuviera ...