Las obsesiones inconfesables de mi hijo (2) - Relatos Eróticos

Las obsesiones inconfesables de mi hijo (2)

... soltando del lastre de nerviosismo que llevaba.

La doctora se levantó de su butacón y volvió a la pantalla del ordenador y después de teclear…..

- ¿Cómo se llama tu amigo al que ayudó su madre?- preguntó interesada.

- Ramón……Ramón Pérez- le respondió mirando extrañado a la doctora.

- Muy bien. – la voz de la doctora intentó quitar importancia al nombre del hijo de mi amiga como queriendo cambiar de tema volviendo al butacón que había ocupado anteriormente.

- Cuéntame un poco por qué piensas en ellas al masturbarte – le volvió a inquirir la doctora inclinándose hacia adelante.

- Bueno esto ya viene de hace tiempo, mi hermana es más mayor que yo cuando éramos pequeños nos gustaba jugar a los médicos e imaginábamos que nos hacíamos daño en todas las partes del cuerpo y nos curábamos haciéndonos masajes, un día al curarle sus pechos notó que mi pene estaba duro y me preguntó qué me pasaba a lo que no supe que responder…..éramos unos críos e ignorábamos todo, el caso es que mi hermana lo palpó y notaba como iba engordando más hasta que me dijo que quería verlo y se lo enseñe….fue la primera vez que me excité de esa forma ante una chica, me dijo que siguiera masajeándola los pechos y mi pene rozó su entrepierna…….el caso empezamos a movernos los dos sin penetración sólo moviéndonos hasta que noté una sensación de mearme pero con un gusto especial….fue la primera vez que me corrí.

Estaba empezando a alucinar ante lo que estaba oyendo: mis hijos habían estado ...

... tocándose sin enterarme y la primera eyaculación de Luis fue con su hermana.

- Aquello lo repetimos cada vez con más frecuencia, le decía a Sara que me gustaba mearme de esa forma, a veces le decía que me dolía el pene y ella intentaba curármelo con sus manos hasta que me corría – me hijo ya era un caballo desbocado explicándolo.

- Continua……¿y con tu abuela?- la doctora cruzó de nuevo las piernas y a través de la pantalla pude observar como mi hijo quedaba hipnotizado.

- Un día que vinieron mis abuelos, tenían la costumbre de echarse la siesta y al pasar ante su habitación oí ronquidos, me pudo la curiosidad y al entreabrir un poco la puerta observé a mi abuelo de lado roncando y mi abuela a su lado boca arriba con las piernas abiertas y metiéndose el dedo entre las bragas dejando al descubierto una mata blanca de vello a la vez que con la otra mano se magreaba unos pechos enormes….nunca había visto nada igual, recuerdo irme directo al baño y pajearme pensando en el cuerpo de mi abuela.

Me quedé estupefacta ante el relato de mi hijo, nunca me había contado nada de eso y esta mujer por muy doctora que fuera le estaba haciendo echar todo aquello que tenía en su interior.

- A partir de ese momento sólo deseaba masturbarme, veía las fotos de mi familia y me corría sobre ellos, en la noche me ponía la almohada entre mis piernas y cerraba los ojos y me movía pensando en gente conocida, incluso las mujeres que salían en televisión- la voz de mi hijo sonaba excitada ...