Viuda deprimida, madura agradecida
Fecha: 24/10/2024,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: VictoriaSG, Fuente: TodoRelatos
... al día y me podría ahorrar el estrés que padecía cada mañana en el transporte público, pero consideraba que no era imprescindible hacer ese desembolso y que además el planeta me lo agradecería. Quizás era ese buenismo lo que hacía que algunas cosas en mi vida no funcionaran tal y como deseaba.
A pesar de todo, era posible que Derek no estuviera tan equivocado. Si nunca me acercaba a esa chica era imposible que llegara a tener algo con ella. Como siempre me repetía, el no ya lo tenía, así que debía arriesgarme. Al fin y al cabo, no se trataba de pedirle matrimonio, solo de tener una pequeña conversación para conocerla mejor e ir tanteando mis posibilidades.
Algunas mañanas, al llegar a la oficina, parecía que estaba dispuesto a acercarme a ella e iniciar una conversación, aunque fuese dándole los buenos días, pero en el último segundo siempre me echaba para atrás. Parecía condenado a no conseguir hacerlo nunca, hasta que Derek se acercó a ella y le dijo que tenía algo que decirle.
- Me ha dicho Derek que quieres hablar conmigo.
- Sí... ¿Ti-tienes ya el informe?
- No tengo que entregarlo hasta la semana que viene.
- Es verdad. ¿Lo llevas bien?
- No tanto como me gustaría, la verdad.
- Si quieres podemos quedar una tarde y te ayudo.
- ¿Me estás proponiendo una cita?
- Podría ser.
- Eres muy mono, Bran, pero tengo novio.
- No... no he dicho nada, ¿vale?
Me rechazó con mucha delicadeza y educación, pero yo me sentí humillado. En ese ...
... momento solo podía maldecir a Derek por haberme fue forzado a hablar con ella, haciendo que esas ilusiones que daban un mínimo de sentido a mi vida desaparecieran por completo. Parecía evidente que no había nacido para disfrutar del amor.
Durante los siguientes días mi compañero se sintió tan culpable que no paraba de proponerme planes para hacerlos juntos. Seguramente no me hubiese venido nada mal salir de casa y hacer cosas distintas, pero era como si quisiese castigarme a mí mismo por mi fracaso amoroso, por haber quedado en ridículo, así que me quedé en casa.
Si hasta entonces estaba siendo duro despertarme para ir a trabajar, se volvió mucho más complicado sabiendo que tenía que encontrarme con ella. Muchas mañanas me preguntaba si tenía sentido madrugar a diario para ir a ganar un dinero que luego no tenía en qué ni con quién gastar. Me preocupaba estar desperdiciando los que se suponía que tenían que ser mis mejores años.
Una de esas mañanas, mientras observaba el andén del metro y pensaba en lo sencillo que sería dar un salto y no tener que cuestionarme más el sentido de la vida, me di cuenta de que una mujer se estaba acercando demasiado al borde. No le di demasiada importancia, hasta que vi como se persignaba y todas mis alarmas se activaron.
Justo en ese instante se escuchó el inconfundible ruido del metro que se acercaba y la mujer siguió avanzando. Fui detrás de ella temiéndome lo peor, y la sujeté justo en el momento en que se disponía a saltar para ser ...