UNA NOCHE DE FIESTA CON MI HERMANA PRIMERA PARTE
Fecha: 28/10/2024,
Categorías:
Incesto
Autor: miriammimi, Fuente: RelatosEróticos
... pegando una paliza tras otra, como tiene que ser cuando tienes la mala suerte de tener una hermana tan lista como yo.
- Creo que tienes que dejar de beber ya, Miriam. El alcohol te está afectando a la memoria y crees recordar cosas que no han sucedido nunca. Me has ganado alguna partida solo de casualidad, y además eran todas de prueba y no valían, las de verdad las he ganado todas yo.
- ¡Buah, pero tú lo flipas! ¿Cómo puedes ser tan tramposo? ¡Todas valían, y te las he ganado casi todas! ¡Además de perdedor eres un tramposo! ¡Qué vergüenza!
- Lo siento, pero como hermano mayor responsable me veo en la obligación de impedir que sigas bebiendo, en vista de todas las tonterías que estás diciendo - repliqué mientras movía la cabeza teatralmente mostrando una evidente desaprobación, a la vez que alargaba la mano hacia ella y trataba de arrebatarle el vaso de gin-tonic.
- ¡Ay, para, tonto, que me lo derramas sobre el tablero! - exclamó ella, riendo y luchando conmigo para poder conservar el vaso en su poder, y sin que se le derramara nada de líquido.
Hicimos el tonto un rato, haciendo ver que peleábamos por su vaso, y en este rifirrafe en que me acerqué bastante al cuerpo de mi hermana mis dedos rozaron los suyos y la piel de sus brazos, y hubo un momento en que mi mano rozó sus pechos por encima de la ropa del vestido, de forma involuntaria y sin que ella le prestara ninguna atención, y lo cierto es que me excité un poco, en gran parte gracias al alcohol que ...
... llevaba encima, pero solamente porque era el cuerpo de una chica, no pensaba especialmente en que se tratara de mi hermana. Finalmente nos calmamos entre risas, ella conservó su vaso, y me retó a una nueva partida.
- Esta vez te gano segurísimo - me dijo - Antes solo has tenido suerte, pero yo soy muchísimo más buena que tú.
- Ni lo sueñes - contesté - Una niñata como tú no me puede ganar jamás a este juego, soy el número uno mundial del mundo entero, y parte del extranjero.
- ¿Qué te juegas a que te gano?
- Lo que quieras, vas a perder...
Mi hermana se lo pensó unos segundos, y entonces sucedió todo.
- Vale, pues si tan seguro estás de ganar... ¡Si gano yo, me tienes que enseñar el pene!
Me reí, y contesté sin pensar, con lo primero que me vino a la cabeza. Me arrepentí de lo que había dicho tan pronto como las palabras abandonaron mi boca, aún con el estado de embriaguez y un poco de excitación en el que estaba me pareció demasiado fuerte y fuera de lugar, pero ya estaba dicho.
- ¡Pues si gano yo, me la tienes que chupar!
- ¡Jajajaja, hecho! - contestó Miriam, también rápidamente sin pensar, y sin desdecirse después, o parecer estar incómoda.
Empezamos una nueva partida. Sabía que lo que habíamos dicho no era más que una broma causada por el estado de desinhibición que el alcohol nos había provocado, pero mientras empezábamos a jugar no podía dejar de pensar que había escogido mal, que podría haberle dicho que si ganaba yo ella me tenía que enseñar ...