Una Nueva Puta en el Catálogo... es Profesora
Fecha: 29/10/2024,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: el Bardo, Fuente: TodoRelatos
... boca.
“... 48... 49... 50...” seguía contando Daniela.
Una vez que se hubiese puesto todo lo que había en esa caja debía contar hasta sesenta y luego comenzar a gatear por ese pasillo hasta que su mano sintiera el primer escalón. Estaba en cuatro patas, cegada y con una enorme bola de goma rosa que obstruía su boca y amarrada con unas correas en su nuca, bastante incomoda y que nunca había ocupado en su vida. Pero lo que más la estaba teniendo al límite de su decoro personal era el tremendo dildo de goma transparente amarrado a una cola de zorra que tenía incrustado hasta el fondo de su vagina. Lo intentó disimular bajando el cortísimo vestido metalizado rosa, pero aun así cualquiera que ingresara por esas puertas vería su tremendo culo y, desde ahí, una cola de zorra amarrada a un enorme dildo. Soltó un gemido lastimero al sentir, en el interior, como ese dildo se movía al momento de preparar sus piernas para gatear.
“... 58... 59... 60” terminó de contar Daniela.
El vestido con angostos tirantes era metalizado, brillada, de un color rosa chillón, idéntico a sus tacos en punta. Lo arregló un poco, porque una de sus tetas operadas parecía querer escaparse. Casi sintió un infarto cuando recibió el paquete con su indumentaria en la casa de putas, la casa donde se estaba quedando para no poner en riesgo a su hermana.
Soltó un suspiro que, cualquiera que la pudiera escuchar, solo escucharía un ligero gemido. Daniela Undurraga comenzó a gatear por ese pasillo y el ...
... golpe de sus manos y rodillas con cada avance generaban una especie de eco en ese lugar. A solo unos segundo de ir avanzando se percató de que ese vestido con angostos tirantes era poco práctico a la hora de gatear en cuatro patas como puta y sintió como un brisa golpeó su pezón erecto de la teta derecha, por lo que rápidamente lo cubrió ajustando ese tirante. Se estremeció cuando uno de sus tacos de punta delgada de color rosados golpeó la madera y pudo jurar de haber escuchado una especie de risita en la lejanía. Solo una.
No pretendía volver a ponerse ese atuendo nunca más en la vida, pero el recuerdo de abrir el paquete y ver ese vestido le volvía a provocar los mismos escalofríos. Esa estaba siendo su primera experiencia de ese estilo, por lo menos desde que era la puta de alguien más... o de algo más; las anteriores veces no habían sido demasiado diferentes a lo que había hecho durante todo el año. Ir hacia un lugar, se la metían y ya estaba. Ahora era algo que parecía importante y el nivel de detalle lo dejaba en evidencia. Volvió de un largo día de trabajo en el colegio hasta la casa de putas y se encontró con ese paquete a los pies de la entrada principal de la casa. Luego, unos diez minutos más tarde, recibió un mensaje:
Número Privado:En la iglesia del sagrado corazón de Jesús, en Puerto Varas. A las 10 en punto de la mañana, ingresarás por la entrada principal y debes asegurarte de cerrar esas puertas con la llave que encontrarás en el paquete. El paquete ...