Una Nueva Puta en el Catálogo... es Profesora - Relatos Eróticos

Una Nueva Puta en el Catálogo... es Profesora

... fría de la madrugada no lo ayudaba en nada en hacer más digna su muerte. Estaba ad-portas de morir ahí, adolorido, cojeando y temblando de pies a cabeza.

Luis alzó la escopeta y lo apuntó, satisfecho de que no tendría que ocuparse de ningún cuerpo debido que se perderá en el río. Luego tendría una mañana atareada, tendría que trabajar en la coartada de cómo le quisieron robar... pero ahora estaba en una situación mucho más satisfactoria, los problemas para después.

Alonso cerró los ojos y por unos instantes su cuerpo dejó de temblar, suspiró pensando en su abuelo, sus padres, la profesora Giselle y sus amigos... sobre todo en sus dos amigos. Cuando escuchó el gatillo de la escopeta su cuerpo se sacudió, pero rápidamente notó que seguía vivo... abrió los ojos y notó como el profesor Luis seguía apretando el gatillo una y otra vez, pero no disparaba. Había agotado los dos cartuchos y no traía más consigo. Por primera vez, el hombre se permitió sonreír en el momento en que lanzaba la escopeta a un lado.

***

Giselle caminaba cauta por entre medio de los árboles, todavía más luego de haber pisado unas ramas que alertaron a Luis, quien decidió gastarse ese segundo cartucho disparando a la oscuridad. Afortunadamente ella logró esconderse y el disparo solo fue un susto. La sombra que le daba la espalda había desaparecido, por lo que supuso que había avanzado y la profesora de enormes tetas, ...

... con dificultad y miedo se decidió a avanzar... cuando algo escuchó.

A sus espaldas alguien se acercaba con rapidez, con demasiada rapidez, y con enorme sorpresa lo reconoció de inmediato. Julián corría con una enorme velocidad hacia ella y por un momento temió que le hiciera algo, por lo que puso sus manos a los costados de su cabeza para prepararse para el impacto, pero este pareció ni siquiera reparar en su presencia y pasó raudo junto a ella. Si incluso su cabello se sacudió por la velocidad con la que pasó a su lado. Giselle decidió acelerar el paso detrás de su alumno, quien se dirigía hacia Luis.

Alcanzó a llegar justo en el momento en el que Julián corría hacia ellos. Alonso y Luis forcejeaban a la orilla del risco y el sonido del río llenó con fuerza los oídos de la profesora. Notó como el profesor tenía sus manos en el cuello de su muchacho, mientras que él mantenía sus manos en las de él con el fin de alejarlo... Julián iba con velocidad hacia ellos y los empujó a ambos. A la vista de la profesora Giselle, los tres se perdieron por ese risco hacía el río.

A la luz del primer rayo sol del domingo once de diciembre de 2022, las rodillas de la profesora Giselle dejaron de sostenerla inmediatamente y estas se fueron contra la tierra húmeda. La mujer estaba ahora de rodillas en la tierra, con sus manos temblorosas tapando su boca y sus ojos muy abiertos...

FIN DEL CAPÍTULO XI.