Cuando todo se rompe - Relatos Eróticos

Cuando todo se rompe

... en un suspiro. Su mano se movía como impulsada por un motor. y su mirada clavada en su hermana ya se iba perdiendo en el orgasmo venidero- Sí... Ahhhh... Te la voy a dar toda en la boca. Ahhh... Toda... Ahhh...

La negra tocó con la punta de la lengua la verga de Gabriel y este la agarró por el pelo. Sabía que estaba ya a punto. Solo faltaban unos movimientos más un poco más y... Gabriel detuvo su movimiento feroz con la mano en la base de su verga, y la metió hasta la mitad en la boca de Julia para descargarle todo el contenido de sus bolas. Su quejido sonó más a un animal moribundo que a un hombre eyaculando en la boca de una mujer.

-¡Eso... que rico! Así se hace- Exclamé yo dándole ánimos a nuestro querido cliente que poco a poco fue recobrando la compostura.

Cuando la verga de Gabriel terminó de palpitar en la boca de Julia, la negra la sacó, la exprimió desde la base para extraerle la última gota, y después fue gateando hasta Cecilia que permanecía enganchada con su amado Rocco.

-Ahí tiene, usted, Cecilia -dijo mi jefe sirviéndose una copa de vino- Envío especial express jajaja

Cecilia Abrió la boca como yo hice antes, y Julia vertió despacio todo el semen de Gabriel sobre la lengua de la chica, que lo saboreó con deseo, miró a su hermano a los ojos, y lo tragó completo.

-Eres la mejor, mi hermanita. Por eso te amo.

-Y yo a ti, Gabi- respondió ella y enseguida y su rostro se cubrió con una mueca de dolor.

Rocco empezó a tirar con fuerza de ella ...

... hasta arrancarle un fuerte grito. Julia y yo nos lanzamos enseguida para detener al perro pero fue imposible. Con el segundo tirón logró hacer retroceder a Cecilia hasta sacarla del área de los cojines, y como ya quedaba muy baja, la verga del perro se salió irremediablemente salpicando un montón de leche mesclada con algo de sangre.

-Ay mi perro... ahhh... eres lo máximo pero... me duele un poquito- dijo Cecilia y cayó al suelo agotada por el gran esfuerzo. Su vagina escurría y su rostro reflejaba el placer de haber cumplido finalmente su fantasía.

-Hoy te dolió por ser la primera vez- dijo Julia sentándose a su lado- Verás que después de 3 o 4 veces todo irá mejorando. Se van a acostumbrar uno al otro y ya no necesitarán ayuda.

-¿De verdad?

-Te lo aseguro. En una semana tu vagina se va a tragar la vergota linda esa como si nada, y van a gozar todo el día.

-¿Oíste eso, Rocco? -dijo Cecilia volteándose a ver a su perro- ¿Quieres coger conmigo todo el día?

El perro movió su cola de un lado al otro y después siguió lamiéndose su enorme verga en una esquina junto a Sultán. Gabriel sacó su teléfono y buscó despacio entre los contactos. Después marcó el número y se llevó el teléfono a su oreja sin quitarle la vista de encima a su hermana.

-Gerónimo. Te tengo algo especial.

El hombre hizo algo de silencio para escuchar al que estaba del otro lado.

-Sí, es un buen amigo que conocí hace poco. Tiene unas chicas increíbles., muy atractivas y que hacen de ...