Los casos de Amanda: El conde de la noche
Fecha: 11/11/2024,
Categorías:
Control Mental,
Autor: Alstier, Fuente: TodoRelatos
Este relato está inspirado y es una secuela no oficial y homenaje a la saga "Los casos de amanda" de Punkycaliente.
Si no lo habéis leído, por favor id a dejarle un comentario a la autora original.
En esta historia se asume que en "Jodida entre acuarelas" el Invuche se convierte en el protector de Amanda.
Perfil de Punkycaliente:punkycaliente - Autora de TodoRelatos
______________________________________________
______________________________________________
Este relato ha sido comisionado por "El nahuatl", quien quería leer
más aventuras de Amanda White.
Nueva York.
La lluvia de noviembre arreciaba en la ciudad, y solo los caprichos del clima habían permitido que esta no se convirtiera en una pesada nevada como era habitual en la época. El frío era intenso en la gran ciudad, el continuo barullo de peatones, vehículos, taxis y autobuses lo copaba todo. La ciudad que nunca duerme.
Aquella mañana, en el cruce de unos callejones, los policías aguardaban. Uno de ellos estaba agachado junto al cuerpo de una muchacha, examinando la escena sin perturbar ningún detalle. Su expresión, impasible, reflejaba la ira y la frustración que sentía en un sutil brillo de sus ojos, en un imperceptible temblor de la ceja derecha, en la excesiva presión con la que sujetaba la pluma, la cual rasgaba apresuradas anotaciones en un anticuado cuaderno. No se giró cuando escuchó a sus hombres dirigirse a alguien, pero lo hizo cuando una familiar voz femenina les ...
... respondió. Hacía tan solo unas horas que había hablado con ella por teléfono. Se había dado prisa.
—Dejadla pasar.
Sus palabras transmitían una autoridad de esas que no necesitan alzar la voz para hacerse notar. Cuando la joven se adelantó, el hombre se levantó para recibirla, y ni siquiera la fiel descripción del sheriff de Big Timber le había hecho imaginarla así: Piel blanca y pálida, al igual que su cabello largo y lacio. Sus ojos, de un intenso tono verde, le inspiraron cierto temor acompañado de una atracción que no esperaba. No era tan solo la innegable belleza exótica de la albina, de su bien torneado cuerpo o sus pechos, sino una especie de instinto animal que solo se rompió cuando la recién llegada le tendió la mano.
—¿Comisario Matheson? Soy Amanda White, hablamos ayer.
—Agradezco que viniera tan rápido, señorita White —respondió el comisario, estrechándole la mano—. Estamos sin pistas, y me temo que…
—Comisario, esa civil no debería estar aquí —apuntó otro policía, un hombre de aproximadamente la misma edad de Amanda—. Esto es un escenario del crimen y…
—Guarda silencio, Jackson —ordenó el comisario—. Me asesoraré con quien yo vea conveniente, ¿entendido?
El aludido murmuró un quedo “Sí, señor”, antes de girarse hacia otro lugar. Amanda observó al policía en cuestión, notando pronto un ligero calor que conocía muy bien; recorrió con la vista poco a poco su anatomía, deteniéndose brevemente en su trasero, y confirmó lo que suponía: No estaba tan bueno ...