Los casos de Amanda: El conde de la noche
Fecha: 11/11/2024,
Categorías:
Control Mental,
Autor: Alstier, Fuente: TodoRelatos
... insidiosos, y su magia sutil y muy peligrosa. Tras revisar los informes, las horas y lugares de las desapariciones, pudo triangular una zona donde debía esconderse el vampiro; aún era demasiado grande para inspeccionarla, pero era mejor que nada.
Se estiró, estaba cansada, había sido un viaje largo y rápido: Cuando contactó con ella el comisario Mathew sospechó enseguida de un vampiro y supo que no podía perder tiempo. Todavía no sabía dónde encontrarlo, era absurdo salir a patrullar de noche una ciudad como Nueva york. Antes de ir a la cama, sacó una pistola semiautomática Glock junto a varios cargadores. Revisó el arma con diligencia e introdujo una a una las balas en los cargadores, cada una ligeramente distinta, y todas en un orden específico. Solo cuando estuvo satisfecha, se acostó, durmiéndose rápidamente.
Y en sueño encontró a su amante. No podía verle el rostro en el ensueño, pero sentía su presencia. Él estaba tumbado boca arriba, su gran y erecto pene aguardándola, y Amanda se puso sobre él de cuclillas, acariciándolo con su húmedo sexo.
Pero algo iba mal. No tenía el control, un instinto primigenio le gritaba que huyera… pero era incapaz, como si tan solo fuera una espectadora en su propio cuerpo. Quiso gritar, pero su cuerpo no respondió; el único sonido que salió de su garganta fue un quedo gemido tembloroso, precediendo a lo que estaba a punto de hacer. Su cuerpo, como dominado por otra voluntad, se dejó caer sobre el hombre, penetrándola de un solo ...
... golpe, y Amanda lo sintió en su sexo con toda su intensidad. Su cuerpo suspiró de éxtasis mientras lo cabalgaba salvajemente; en su mente, Amanda gritaba, intentaba parar, intentaba librarse de un embrujo que no reconocía… Su voluntad era tan solo un polizón, una mera viajera en un cuerpo del que alguien más tenía el control.
El hombre la tomó por las caderas y giró, tirándola de espaldas sobre el colchón, y se echó sobre ella. La besó, su lengua sabía a hierro y sangre, después le lamió la mejilla, la besó en la mandíbula… y Amanda gritó en sus pensamientos, aterrada, al sentir la boca de su amante sobre su cuello, al sentir el dolor lacerante sobre su yugular, al sentir cómo la vida se le escapaba con cada ansioso chupetón del vampiro…
Amanda despertó con un grito, tomando en un gesto velocísimo la pistola y apuntando al frente, sudorosa y jadeante. Dejó el arma, corrió al baño y se miró en el espejo solo para confirmar que no la habían mordido realmente. Suspiró, intentando calmarse, y se mojó la cara con agua fría.
—Putos chupasangre…
Revisó rápidamente todas las protecciones y amuletos que había preparado: ninguno estaba roto, ni encontró señales de que nadie hubiera entrado. Seguramente solamente había sido una pesadilla, y nada más… cuando su teléfono sonó. Era el comisario Mathews: habían encontrado otra víctima. Se vistió rápidamente, tomó sus armas y salió al exterior, corriendo hacia el lugar que le habían indicado, situado dentro de la zona que ella ...