Asiática, madura, casada y... que me mintió
Fecha: 20/11/2024,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: CARTUZ, Fuente: TodoRelatos
... es similar)” y en el baúl había visto un consolador de tipo mediano a grande, la pena que no tenía ningún arnés o no lo vi. Me acerco a su oído y le susurro mientras el marido protesta... “Te voy a follar el culito y tú a la vez vas a follar el de tu marido. ¿Se lo has follado alguna vez?” y ella me contesta... “Nunca se lo he hecho y no creo que se lo hayan hecho, como tampoco a mí”, al escuchar su respuesta le ofrezco que pueda traer algún lubricante para ella y su marido, su respuesta es tajante... “No hace falta ni para él ni para mí, debemos saber convertir el dolor en placer”, lo siguiente fue desatarla.
Se acerca a donde está su marido y este piensa que le va a desatar, pero lo que hace es cambiarle de posición, el sigue protestando o es lo que suponía, es lo bueno de no saber japonés. Misako está de rodillas, le paso el consolador que su marido no ve. Hago que le meta parte de él, ella no se anda con miramientos y le mete por lo menos una cuarta parte, él brama, no sé si de dolor o de indignación. Ahora empiezo a follarme el culito de Misako que, sin esperarlo, se echa hacia atrás el culito, metiéndose toda la polla de una vez. Me dolió a mí también, lo que no hizo que me detuviera y empezara a follarla con intensidad. Lo que le llevó a meterle todo de golpe a su marido, que gritó y se quedó callado cuando ella conectó la vibración.
Se lo dejó metido, tal cual, y nosotros nos dedicamos a seguir follando, algo que hicimos durante el resto de la noche. Otra de ...
... las mejores cosas fue cuando ella se puso en plan amazona y realizó algo parecido al carrete, pero mucho más satisfactorio. Me había dicho que le había dado tanto placer que me lo quería devolver y de verdad que lo estaba haciendo. Mucho más cuando castigo “dolorosamente” sus pezones, que hacía que su coñito se contrajera, aprisionando mi polla y dándome un placer indescriptible. Me provocó una de las corridas más intensas que he tenido. Dejamos a su marido tal cual estaba y nos fuimos a su baño, primero me ducho ella, porque no me permitió que me duchara yo solo. Lo hizo con delicadeza, entregada, luego quiso que nos metiéramos en la bañera que parecía más un jacuzzi.
Lo del jacuzzi fue la leche. Porque otra vez se puso para satisfacerme y me provocó una erección descomunal, con el manejo de sus dedos usando técnicas. Me masturbaba colocando el pulgar sobre el glande y el resto de la mano sobre mi polla, algo que no me era nuevo. Lo que, si me era nuevo la delicadeza de apretar y descomprimir, era una verdadera artista. Me provocaba deseos de correrme y ella lo controlaba con mucho arte. Hice que parara, nos salimos del baño, hice que se tumbara sobre la cama y con la caña con la que me di cuenta de que recibía más placer, le propiné de nuevo una severa sesión de placer. Porque conseguí que tuviera varios orgasmos, cuando puedo asegurar que no es nada fácil.
Una vez que acabé, ella me hizo tumbarme y me puso una gran almohada debajo de mi culo. Luego se puso a darme sexo ...