Asiática, madura, casada y... que me mintió
Fecha: 20/11/2024,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: CARTUZ, Fuente: TodoRelatos
... ustedes y le doy las gracias por no habernos comprometido entre mi familia y mis compañeros.
—No hay nada qué agradecer (Pensando que se refiere al simple motivo de conocernos)
—Tiene más importancia de lo que usted cree, porque las aventuras extramatrimoniales generalmente se producen por razones emocionales y por falta de entendimiento íntimo. Puede llevar al divorcio y la reputación social cae, se convierte en una mancha para la reputación de los dos, mucho más para el cónyuge que traicionó, que incluso puede costarle el trabajo.
—Hiroaki vamos a ver, vamos a poner los pies en la tierra, que no ha habido ningún engaño por parte de su esposa, que no. Solo han sido conversaciones...
—Da igual, es una traición.
—Traición seria haber tenido sexo y eso no ha ocurrido y no va a ocurrir.(La verdad que no había ocurrido porque ella no dio pie a ello)
—Ahora está cometiendo una ofensa, porque Misako es una hermosa mujer.
—Si quiere que me pille el tren, pues que me pille.
—No entiendo lo que me dice...
—Me vas a entender... tu esposa está de putísima madre, claro que me la hubiera follado, pero ella nunca me ha dado pie, porque si lo hubiera hecho, la hubiera empotrado bien empotrada y seguro que hubiera descubierto lo que le hace falta, que seguro que no eres suficiente para ella y el cuerpazo que tiene. ¿Me has entendido ahora?
—(Muy solemne me dice algo en japonés y luego me lo traduce) El marido y la mujer, se deben de parecer a las manos y los ...
... ojos. Cuando una mano siente dolor, los ojos lloran; cuando los ojos lloran, las manos quitan las lágrimas.
—¿Que has querido decir? Porque lo ha dicho por algo.
—Que el matrimonio tiene que ser un equipo para apoyarse en cualquier necesidad. Porque con leña prometida no se calienta la casa y no se puede pretender apagar con fuego un incendio, ni remediar con agua una inundación. (Lo expresaba serio, con solemnidad)
—Hablemos claro y dime que pretendes.
—Mi esposa Misako ha recibido de mí promesas que no he podido cumplir y hoy quiero dar solución a su vida, a nuestra vida, aunque sea con un extranjero.
Me dejo sin palabras sobre todo cuando me trato de extranjero en mi propio país. Le iba a dar réplica por ese trato, cuando con voz seca y fuerte llama a su mujer. Que aparece compungida, se dirige a ella en su idioma, se va de nuevo, pero puedo verla coge algo que no distingo, cuando se acerca ya lo distingo, no sé lo que es ni para qué sirve, lo describo es parecido a un abanico XXL, pero sin tela, solo las láminas de madera fina. Misako se lo da a su marido y él vuelve a decirle algo, es cuando le reclamo que hable en español, porque me parece una falta de respeto y si sigue en esa actitud me marcharé.
Me está pidiendo disculpas y su mujer se ha puesto de espalda a nosotros, más cerca de su marido, se pone en una posición parecida a la flor de loto. Suelta el lazo de su vestido, que le cae y deja su espada al aire, no se le ve nada más, salvo el inicio de ...