1. Córdoba, montañas, cascadas y sexo (madre e hijo)


    Fecha: 21/11/2024, Categorías: Incesto Autor: luisfa60, Fuente: CuentoRelatos

    ... cascadas tendríamos unas dos horas y media sin contar el tiempo que nos quedemos a disfrutar el paisaje y “descansar”.
    
    Luego de un rato arribamos a la primera cascada, la cascada de los helechos, pequeña pero vistosa, su caudal de agua bajaba por un camino de piedras para desaparecer en la espesura del follaje, hicimos un alto para descansar y así retomar el recorrido.
    
    Luego de descansar desandamos unos cuantos metros para tomar la bifurcación que nos llevaría a la cascada del ángel. Tomamos otro sendero de piedras que en treinta minutos nos hizo llegar a la caída de agua, quedamos impresionados con la magnificencia del lugar, una hoya producida por la cascada de unos diez metros por otros tantos, entre las paredes formadas por la ladera de las montañas que nos rodeaban, agua profunda y cristalina, fría por naturaleza.
    
    Andrea sin dudarlo se sacó toda la ropa, tal cual la trajo Dios al mundo se arrojó al espejo de agua para nadar unos metros, se giró y mirándome me dijo.
    
    - Y manu ¿Qué esperas? Sacate todo y veni.
    
    Tímidamente me desvestí quedando solo en calzoncillos, con mucha vergüenza, aunque la soledad era absoluta se encontraba quien me había dado la vida… Nadando suavemente como perrito se acercó lentamente al sitio donde yo estaba dejando fuera del agua su culo blanco y redondo, salió hacia mí estiro sus brazos y comenzó a bajar la prenda que me quedaba, mi pene largo gordo y duro salto como un resorte, observando con su único ojo la inmensidad del ...
    ... paisaje y a mi madre, el más bello cuerpo que yo jamás haya visto. Tomándome de la mano me llevo hacia el agua.
    
    Ya un poco más tranquilo y en total silencio ambos nadamos un poco, hasta que fuimos a un rincón donde había una piedra y pudimos hacer pie, con el agua al cuello solo veíamos nuestras cabezas, el esmeralda de mis ojos se clavaron en la profundidad del azul que poseían los suyos, nuestras bocas se acercaron a la vez que Andrea recorría mi cuerpo con sus agiles dedos, la abrace besándola apasionadamente, nuestros cuerpos se pegaron haciendo notar en su abdomen la dureza de mi miembro, despego su boca de la mía para exhalar un suspiro y nuevamente nuestras lenguas continuaron su danza ritual. Bajo su mano derecha hacia mi verga deseosa de sexo rodeando el contorno con ella haciendo movimiento de atrás hacia adelante, sorpresivamente la soltó, alzo sus piernas rodeando mis caderas para que nuestros sexos se unieran, mi pene comenzó a perderse en la profundidad de su sexo ardiente y sediento de acción, sus gritos y gemidos retumbaban entre las paredes rocosas que eran testigos mudos de lo que estaba ocurriendo, entre una madre carente de sexo por mucho tiempo y un joven hijo con las hormonas a full.
    
    El frenesí del vaivén, glorioso baile sensual creaba pequeñas olas que se devolvían acariciando nuestros cuerpos, no habrá pasado mucho tiempo que ambos llegamos a un orgasmo bestial, expresado con jadeos y gritos dignos de una película porno. Quedamos abrazados por un corto ...