1. Podría ser mi hija (pero por suerte no lo es)


    Fecha: 22/11/2024, Categorías: Erotismo y Amor Autor: Montes Federico, Fuente: CuentoRelatos

    ... penetré despacio, mientras la besaba. Cuando estaba toda adentro le pedí que levante un poco más las piernas y me subí sobre su pubis, con lo cual le penetración fue mayor. Ella contestó con un gemido.
    
    - “¿Qué hiciste?”, preguntó
    
    - “¿No te gusta?, ¿Te duele?”
    
    - “¡¡Nooo!! Me encanta”.
    
    - “Entonces disfrutalo”
    
    - “Está muy adentro”
    
    - “Esa es la idea. ¿te gusta?
    
    - “Mucho”
    
    Empecé a moverme despacio y a cada rato le daba un profundo beso. Le hablaba en el oído suavecito:
    
    - “Me gusta tu conchita, es preciosa, calentita, húmeda, sensual. Sos una nena hermosa y una putita divina y me encanta cogerte y estar así, dentro tuyo. ¿Te gusta que te penetre así, bebé?”
    
    - “Sí, sí. Seguí así, por favor”
    
    - “Vení putita, acabame toda”
    
    Hice más fuerte la penetración y me moví apenas más fuerte y acabó con un largo quejido y un abrazo con todas sus fuerzas.
    
    - “Te quiero, te quiero”, dijo mientras se aferraba con brazos y piernas a mi.
    
    La besé dulcemente, separándome apenas para acariciar sus pechos y nos quedamos un largo rato así, mirándonos y acariciándonos. De vez en cuando me movía dentro de ella para mantener mi erección. Salí dentro de ella, la hice dar vuelta, poniéndole una almohada bajo su cintura para que su cola quedara hacia arriba, le besé la espalda y, acostándome sobre ella la penetré por atrás. Empecé a cogerla así, mirando su espalda, su colita y toda esa hermosura que tenía debajo mío.
    
    - “Mi cielo, te voy a coger fuerte ¿querés?”
    
    - ...
    ... “Sí, cogeme toda como quieras, te quiero sentir acabar dentro mío.”
    
    Comencé a entrar y salir de ella más fuerte y ella me alentaba “Así, así papito. Cogela toda a tu nena”, me decía, hasta que acabé, me apoyé sobre ella y la llené de besos. La llevé conmigo para ponernos de costado y le dije:
    
    - “No quiero irme de adentro tuyo”
    
    Se río, se soltó de mi abrazo y despacito se fue de mi lado. Se sentó en la cama, me sacó el preservativo, lo puso sobre la mesita de luz y fue directamente a lamer, besar y chupar mi pija. Y, para mi sorpresa, tuvo respuesta a sus caricias. Sentí como se volvía a parar en medio de una calentura que el orgasmo no me había sacado del todo.
    
    - “¿Te puedo masturbar”, me preguntó
    
    - “Ese muchacho que tenes entre tus manos es para vos. Hace tranquila, belleza. Pero eso sí, dejame mirar”, dije mientras iba acomodando las almohadas para quedar casi sentado. Cuando estuve acomodado, empezó a lamerme y chuparme mientras me miraba con deseo.
    
    - “Sos una nena preciosa y una hembrita divina”, le dije.
    
    - “Acabame papi, acabame en la boca”, me dijo mientras le pasaba la lengua y me masturbaba mirándome sensualmente. Fue demasiado para mí. En pocos minutos acabé en su boca. Siguió lamiendo y chupando hasta que estuvo flácido. Se sentó a caballito, me miró y con toda seriedad me dijo:
    
    - “Quiero que me cojas mucho. Nadie me trató con tanto cariño y ternura y, a la vez, nunca sentí lo que sentí con vos. Quiero que me hagas acabar de todas las formas y ...
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