Parte 3. La tranquilidad de mi casa
Fecha: 02/12/2024,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: Venemalena, Fuente: TodoRelatos
... escurrirse por mi vagina. Puse mi braguita y corriendo fui al baño que había en la habitación. Mis mejillas estaban muy rojas, pude ver en el espejo que me quedaba en frente. Mientras me miraba en el espejo e intentaba que cayera lo que había sembrado en mi interior, Octavio dijo que salía a tomar algo que tenía sed. Lógico, había perdido toda la energía. En cuanto acabé bajé observando cada detalle que esa preciosa casa tenía. Llegando a la cocina donde estaba Javier.
Que preciosa casa. Dije al llegar a su lado, golpeando mis caderas contra las suyas.
Gracias.
Que preparas?
Se hizo el silencio mientras levantaba la cabeza observando algo.
Te ayudo?
Su mirada se clavó en mis ojos.
Déjame anda. Quise poner agua en el fuego invadiendo su faena.
Mira zorrita dijo agarrándome por los brazos y desplazándome hasta el fregadero. Será la última vez que llegas a mi casa y te follan sin mi permiso. Entendido? Mi corazón iba a miles de latidos. El placer aquí lo administro yo. Suerte tienes que es mi hijo. Entendido? Repitió en tono más enfadado.
Sí, señor. Contesté algo asustada.
Tras soltar mis brazos, volvió a su sitio inicial y añadió:
Ya te dije que mi hijo no te tiene controlada. Yo si lo haré y más si estás en mi casa. Ven anda. Me acerqué con sigilo. Mujer, si tú has querido esto. Tranquila que no muerdo, solo lo hago con estilo. Me agarró del culo poniéndome a su lado y me puse a ayudarle.
Octavio entró por la puerta. Hombre familia. Papá, ...
... cuidado que la nómina de ella la pago yo. Dijo pasando cariñosamente su mano por mi mejilla.
A sido idea suya. Sois los invitados.
Y no le ofreces nada a la pobre? Toma Malena. Octavio me acercó una cerveza y lo agradecí, ya que necesitaba tragar después del susto.
Voy a ir a ver a los tíos, os parece?
Claro, entra por el garaje por qué el timbre no les funciona.
Malena, aprovecha que mi padre tiene mejor materia primera que la mía. Hizo el gesto del dinero refiriéndose a la comida.
Quién sabe, sabe. Añadió Javier.
En realidad que Octavio tuviese a su padre un escalón por encima me daba morbo, pero esos prontos que tenía me traían loca.
Me quedé sola ante el peligro nuevamente. Tras cerrase la puerta, Javier libera sus manos dejando el cuchillo.
Te apetece jugar?
Si?
No valen dudas Malena. Quieres disfrutar pero bien? Yo creo que eres muy válida. Jugamos?
Me sacó una sonrisa y tras relajar el ambiente.
Dame tus bragas. Tajante, directo, algo que parecía tan inalcanzable para cualquier ser, el tenía una facilidad absoluta para esas cosas. Y yo que había aceptado el juego y era más juguetona que un mono. Dejé el cuchillo y sin perder el contacto visual levanté mi vestido hasta mis caderas y tras el movimiento normal ya colgaban estás de mi mano. Javier tenía esa mirada perdida. Su mirada me recorría mi cuerpo por completo. Mi vello púbico resaltaba mi piel fina y delicada. Dejé mis braguitas encima de la mesa.
Tras una llamada mía, te ...