1. Parte 3. La tranquilidad de mi casa


    Fecha: 02/12/2024, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Venemalena, Fuente: TodoRelatos

    ... sacarás las bragas en el mínimo de tiempo posible.
    
    Si estás cerca de mí, intentarás darme tus bragas.
    
    Si mojas tus bragas, tendrás que hacérmelo saber.
    
    Queda claro? Su mano pegó un cachetazo suave en una de mis nalga descubiertas. Eres muy buena JODER!!!!
    
    Estás muy seria.
    
    Pienso.
    
    No tienes por qué seguir conmigo. Tienes un contrato con mi hijo. Decide, tranquila. Con los dos no vas a estar. Me gustan putas pero no tanto.
    
    Ya...
    
    Ahora estoy un poco más fuera de forma porque he estado de vacaciones dos semanas en el barco. Te pierdes una buena pieza, tu misma. Que piensas?
    
    Que me pone muy burra.
    
    Jajajaja, se rió a carcajada limpia.
    
    Donde se ha corrido?
    
    Dentro.
    
    Me vas a tener que demostrar que puedes con ello...sus manos me agarran la cintura y me retira un poco de la encimera.
    
    Sin importar lo duro que sea... Sigue hablando mientras me coloca los codos en la encimera y escucho como su pantalón cae. Su polla dura se refriega con mi coño todavía mojado...
    
    Y algunas veces tendrás...su polla embadurnada de mis flujos se posa en mi ano y tendrás que partirte el culo en ello..su polla me perfora el culo lentamente y gimo sorprendida ...
    ... por lo bien que ha entrado prácticamente entera en mi culo.
    
    Buuaahhhh, JODER! Q perfección de culo. Mira estas nalgas, se auto convencía a él mismo. Iba hablando mientras su polla perforaba mi culo. Supongo que el coño estaba recién follado por su hijo y no le apetecía mezclar asuntos. Su polla ya entraba y salía con mucha facilidad sus manos habían sobado mis nalgas. No quedaba adoración a mi trasero que sacó su polla y se acercó a mí. Hice por cumplir pero siempre iba un paso por delante.
    
    Pon tu cara aquí. Señalando el mármol... obedecí como hasta ahora y vi llegar su polla tras desconectarse de mi culo. Empezó pajear su gran polla y no tardó en correrse. Los chorros tocaron ligeramente mis labios, muy cerca del mi cara pero todo iba cayendo encima del mármol. En cuanto soltó mis nalgas viendo ver que su descarga había dejado de brotar leche me tiré a ese alimento prohibido. El subió sus pantalones y los ajustaba a su cintura mientras yo relamía el mármol como perra hambrienta.
    
    Que buena eres ostia. Dijo mientras corroboraba que no dejaba rastro de su esperma. El mismo bajo mi vestido y seguimos preparando la comida con una harmonía natural...
    
    Continuará 
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