1. Una Buena Ocasión 4


    Fecha: 11/12/2024, Categorías: Incesto Autor: Trastornado, Fuente: TodoRelatos

    ... cada vez estaba más cachondo.
    
    -La verdad, es qué no tengo depresión ni nada de eso, no te preocupes. Pero últimamente tengo las hormonas muy locas, y no sé cómo aliviarme. He leído sobre ello y en el colegio dimos clases, pero lo hago y me aburro. - le solté, con la voz de pena y de tonto que mejor supe poner, mirando su cuerpazo y calentándome.
    
    Entonces vio mi polla que ya empujaba mi pantalón corto, y abrió los ojos al entender de que le hablaba. Se aparto un poco, y me pregunto:
    
    -¿No te alivias? ¿masturbándote?. - preguntó, volviendo a su típico tono seco.
    
    -Si, empiezo y me gusta, pero me acabo aburriendo.- le dije bajando mi pantalón y haciendo saltar mi polla, que acabo de crecer agradecida.
    
    La miro con la boca algo abierta, viendo como crecía y crecía la pedazo de polla, y me miro diciéndome:
    
    -A ver cómo te la coges, igual lo haces mal.- y me la cogí con dos dedos a posta, y empecé a pajearme mirando sus pezones crecer sin que la madre quisiera.
    
    -Damián, ¿pero no has visto porno o imágenes? Así no es.- me dijo retirando mi mano y abriéndome la palma para que la cogiera con todos los dedos.
    
    Y me empecé a pajear así, pero le dije:
    
    -Así ya probé también, me da placer, pero lo mismo.- le dije sin parar de pajearme lentamente, y acariciando su espalda.
    
    -No sé, igual tienes que apretar más, o ir más rápido.- me dijo algo incomoda, pero asombrada de tal pollón.
    
    Me la solté, le cogí su mano y me la llevé a la polla diciéndole en tono frustrado ...
    ... y penoso:
    
    -A ver, dime tu como, ¡buff! que la erección ya me duele, joder.
    
    No sé si fue por ver como estaba de dura, por el calentón que le estaba dando, o por enseñarme. Pero me empezó a pajear, y se acercó para escupir en el capullo, diciéndome:
    
    -Lubricar también ayuda, ¿mejor?. - me preguntó pajéandome a buen ritmo.
    
    -Bueno, es qué ya no es mi mano, y sabes mucho ¡Buff! ¡Qué bien! ¡Mmmmh! así ,así.- le dije bajándole un tirante del camisón sin que se diera cuenta.
    
    Me pajeaba cada vez más rápido, y escupía en el capullo respirando algo agitada y apretando con fuerza mi polla. Yo le acariciaba la espalda hasta su culo, mirándole los pechos con ganas de lanzarme a ellos con mi boca. Y ella me la miraba hipnotizada y poniéndole mucho empeño.
    
    -Bueno, ya sabes cómo es, sigue tu hijo. - me dijo soltándomela y levantándose con los pezones como escarpias. Muy nerviosa y turbada de lo que estaba pasando. Pero era su deber ayudarme.
    
    -¡Pero no me dejes así! Acaba joder, ven que yo te hago una a ti.- le dije cogiéndola del brazo y sentándola sin darle otra opción, cachondos perdidos los dos.
    
    Lleve su mano a mi polla, la cogió algo turbada, pero cuando vio como le recorría el muslo bajo el camisón, hasta su coñito empapado, y le apartaba muy experto la braguita, empezándola a pajear mejor que su marido, soltó un gritito de sorpresa y me agarro la mano en su coñito agradecido diciéndome:
    
    -¡Uy! ¡No, no! No hace falta, ya te la acabo cariño.- me dijo soltándomela, ...
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