Una Buena Ocasión 4
Fecha: 11/12/2024,
Categorías:
Incesto
Autor: Trastornado, Fuente: TodoRelatos
... pero ya no podía más, y volví a colarle la mano, pero directo a su agujero.
-¡Mmmmh! no hace falta hijo ¡Mmmmh! ¡Oooooh!.- me dijo notando como le colaba dos dedos y le frotaba el clítoris con el dedo gordo, agarrando su mano y llevándola a mi polla diciéndole:
-Va sigue, no te despistes.- y la pobre siguió, pero gemía como una virgen.
-¡Oooh! ¡Ooooj! Pues a las chicas si sabes ¡Mmmmh! muy bien hijo, así, así ¡Ooooj! ¡Ooooj!.- me decía abriendo las piernas gozando.
-Ponte cómoda, que durare un rato.- le dije tumbándola en la cama, empujando los dedos con fuerza y aumentando mi folláda en su coñito.
Me la pajeaba casi al mismo ritmo, y le empezaba a doler el brazo, además de lo que gozaba de mi mano experta. Y al poco rato, cuando le aumente más la folláda, y noto mis dientes apretarle un pezón con suavidad y estirarlo.
Se arqueo apretando con fuerza mi polla, y se empezó a correr como una joven inexperta.
-¡Aaaaah! ¡Mmmmh! ¡sigue, sigue! ¡Aaaaah! ¡Aaaaah! ¡Por dios, hijo! ¡Mmmmh! ¡Mmmmh!.- se corría retorciendo sus caderas, notando mis mordiscos en sus pezones, y mis dedos revolviéndose en su coñito, pero sin soltarme la polla, bien agarrada, aunque ya no me pajeaba.
Le moví la mano, y le saqué los dedos, pero seguí lentamente en su botoncito. Y ella volvía a pajearme mirando el techo tomando aliento, y alucinando del orgasmo que le estaba dado su joven hijo. Moviendo las caderas cuando le apretaba demasiado el botoncito, pero sin querer que ...
... parara.
-¡Mmmmh! cielo santo Damián ¿Quién te ha enseñado eso? ¡Ooooh! ¡Mmmmh!. - me preguntó dejándose hacer, con mi boca repartiendo mordiscos por sus enormes pechos, y mi dedo acariciando el contorno de su clítoris muy suavemente.
Ella seguía en las nubes, pajéandome cada vez más agradecida. Y deje de comerle el pecho, diciéndole:
- ¿Lo ves? Me aburro, y eso que lo haces de maravilla. -le expliqué sin contestarle a sus preguntas. Esta mami me estaba poniendo a mil, con su inexperiencia y su inocencia.
Levantó la cabeza, y miro mi polla como un mástil en su mano, y me dijo:
-No se hijo, impotencia no es, no sé porque no llegas al orgasmo. -me dijo notando como le rondaba otra vez su entrada, viendo morderle las tetas, pero dejándose hacer de lo bien que lo pasaba.
-Mejor lo dejamos, ya iremos a ver al médico. Es tarde hijo.- me dijo apartándome e intentando, levantándose.
-Cuando me la chupan no tengo problemas.- le dije metiendo otra vez los dos dedos en su coñito con fuerza, y levantándome para dejársela cerca de la cara.
-¡Mmmmh! ¡ya está hijo!, ya he acabado antes ¡Ooooh! ¡Ooooojj! ¡Oooojj!.- me dijo agarrada a la mano en su coño, pero sin sacarla, al contrario. Oliendo mi polla en su cara, abrió los ojos con media sonrisa, de vergüenza y placer.
-Pero yo no, venga joder. Encima te vas a llevar dos. -le dije empezando a follarla igual que antes, y viendo como abría la boca entre gemidos.
La pobre madre de Damián no estaba muy al día del sexo, y ...