Una Buena Ocasión 4 - Relatos Eróticos

Una Buena Ocasión 4

... cuando le volvía a follar y frotar sin compasión, le agarre la cabeza indicándole el ritmo. Algo no le cuadraba en un adolescente tan experto, y que aguantara tanto. Pero gozaba como nunca, y la polla dura que le entraba por la garganta, le daba un placer diferente y nuevo para ella, sin tardar en correrse otra vez mientras le follaba la boca a buen ritmo.

Empezó a retorcerse con su orgasmo, pero le dije:

-Sigue, sigue, ¡Mmmmh! no vuelvas a parar ¡Ooooj! Así, así, chupa fuerte que me queda poco ¡Mmmmh!. - le decía maltratándole su pobre coñito mientras se corría sin parar, saltando en la cama, y le follaba la boca a mi gusto.

Sus tetas danzaban al ritmo, y mis dedos notaban como me quería expulsar entre espasmos, pero la seguí follando sin compasión, a esta jaca se le podía dar más caña que a las hijas. Y al final la intentaba apartar, pero no podía, y le avisé de que me corría.

-¡Ooooj! Ya viene, ya ¡Mmmmh! trágatela ¡Ooooj! ¡Ooooojj! Así, así ¡Ooooojj! Más fuerte, chupa más fuerte.- le decía agradecido, retorciendo mis dedos en su coñito, y frotando con fuerza su clítoris, con ella moviendo su cintura para liberarse, pero chupando y tragando con ganas.

-Que bien ¡Buff! Que gustazo, ¡por fin! ¡Mmmmh! te ha costado, pero te lo voy a agradecer, ahora por aquí.- le dije empujándola, y levantándole una pierna, con ella sin tiempo de reaccionar, notando como le apartaba la braguita a un lado y se la metía sin compasión hasta el fondo.

-¡Aaaaajj! ¡Mmmmh! ¡Mmmmh! ...

... ¡Mmmmh!.- empezó a gemir cogiendo la almohada rápida para no hacer tanto ruido, y yo a follarla a mi gusto sin dejarla escapar, cogido a su pierna con fuerza.

De lado y con la pierna en alto, veía sus tetas botar, y le aparte la almohada agarrándole una con fuerza. Y ella siguió gimiendo, mirando la almohada sin querer mirarme. La pobre gozaba de lo lindo, y me agarraba el brazo en su pecho con fuerza, porque se iba resbalando para arriba en la cama, de los pollazos que le daba a semejante hembra.

-¡Mmh! ¡Mmh! Tenía que agradecértelo ¡Mmh! ¡Mmh! Que estrecha estas ¡Mmh! ¡Mmh! ¡Mmh! .- le dije notando que costaba meterla entera.

La pobre Ana quería hablar y decirme lo bien que lo hacía, pero no podía, su coñito irritado le aviso de otro orgasmo, yo lo note al apretarme fuerte el brazo y como intentaba echarme de dentro otra vez.

Pero lo estaba pasando en grande, y aminore la folláda, la tumbe boca arriba, y le baje el otro tirante para sacarle las tetas y comérselas agusto. Ella se abrió de piernas más, y me guiaba los pollazos más lentos cogida a mi culo, entre espasmos y gemidos en la almohada de nuevo, gozando como nunca en su triste vida sexual.

-¡Aaah! ¡Aaah! No puede ser ¡Aah! ¡Aah! Esto no es normal ¡Aah! ¡Aaaaah! ¡Mmmmh! acaba ya hijo ¡Mmmmh! ¡Aaaj! ¡Aaaj! Si, si, termina por favor ¡Aaj! ¡Aaj! ¡Aaj! ¡Aaj!.- suplicaba notando que aumentaba la folláda otra vez, y le lamia sus enormes pezones dándole mucho gustito, con calambres que le recorrían su coñito y ...