1. La suegra acaba entregando su culito al yerno


    Fecha: 12/12/2024, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Juan, Fuente: TodoRelatos

    ... estallaba, con cuidado pero con firmeza. Con la seguridad que poseía en mí misma, continué mi danza, acariciando su polla, pajeándola, con una mirada lasciva que no escondía mis intenciones.
    
    Le besé y retiré mi boca para llevarla a su polla succionando a la vez que la introducía y la sacaba alternativamente de mi boca en un claro efecto de que me estaba follando la boca. Cuando sus manos se acercaron y sus dedos iniciaron el mismo movimiento en mi coñito, entrando y saliendo de su vagina, me retiré.
    
    —¡Quieto! ¿No eres capaz de apreciar un espectáculo?
    
    —Yooo…
    
    Desnuda de cuerpo, me giré, acerqué mi culo a su cara, agitándolo como una coctelera. Me senté sobre él, jugueteando con su polla como si fuera de mi pertenencia.
    
    —Ahora vas a elegir cara o culo —le dije tomando una moneda de la mesilla.
    
    —¿Qué se juega?
    
    —¡Elije y calla! —me sorprendía mi carácter con él.
    
    —Culo —pidió.
    
    Salió culo pero no se lo iba a ofrecer todavía. Sin mostrarle el resultado, le comuniqué que había fallado.
    
    —¡Cara! Te queda el premio de consolación.
    
    —¿Cuál es?
    
    —Que puedes follarme de cara... por delante.
    
    —¿Y si hubiera salido culo?
    
    —Te habría abierto mi puerta de atrás —dije riéndome.
    
    —¡No vale! Repetimos el lanzamiento.
    
    —Está bien, si no quieres follarme, podemos poner la TV.
    
    —Noo, pero es que sabes las ganas que tengo de darte por detrás.
    
    —Si me dejas satisfecha, a lo mejor te dejo lanzar a ti la moneda. ¿No te gusto esta noche? —le pregunté ...
    ... retóricamente, acercando mis pechos a su boca.
    
    Su cara hablaba por él. Lo empujé hacia abajo dejándolo tendido sobre el colchón. Fui pasando mi lengua por su pecho hasta llegar a su ombligo y continué descensos rápidos que terminaban cuando lo notaba temblar. Estaba sorprendida de que su erección se mantuviera tanto tiempo, en ese proceso de cocción que le estaba aplicando. Quería mantenerlo excitado para demostrar mi control sobre él, pero a esas alturas yo casi no era capaz de aguantar más de lo excitada que estaba con la situación.
    
    —Tu olor a sexo me vuelve loco —me dijo susurrante.
    
    —Prueba el elixir mágico —dije ofreciéndole mi coño.
    
    Su boca gemía sin dejar de mamar, su lengua la desplegaba alrededor de mi coño y la volvía a sacar, acompañando de sus dedos acariciándome el clítoris. Estaba a punto de correrme y por mis jadeos presintió que mi orgasmo estaba a punto de llegar. Recibió mi rendición con un chorro de líquido que satisfizo su orgullo masculino de haber sido capaz de que me corriera sin haber desperdiciado aún ninguna bala de su revólver, lo que despertó aún más si cabe su apetito.
    
    —Quiero más —me susurró impresionante, salvaje, con los ojos cargados, jadeante, un auténtico semental y pensé que ya había jugado bastante a dominar. Estaba deseando que me poseyera, que me follara como siempre.
    
    —Demuéstrame de lo que eres capaz —le reté.
    
    —Me has calentado como nunca, prepárate.
    
    —Fóllame con todas tus ganas cabrón —le pedí completamente ...
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