¿Qué eres mi qué?
Fecha: 16/12/2024,
Categorías:
Incesto
Autor: ProfaErika, Fuente: TodoRelatos
... te lo envidiaban-
-Es que entré a la militar-, le dije sin soltarla, -si o si, tenía que cortarme el cabello, pero dígame, ¿Alguien vendrá por usted, o me deja acompañarla a donde sea que quiera ir?-
-No tengo a donde ir, así que…- me dijo con un poco de tristeza tas esa sonrisa.
-Entonces, déjeme invitarla a mi casa a almorzar-, le dije agarrándola de la mano, y llevándola conmigo a donde estaba mi auto, -ahí podremos platicar con mayor seguridad, y sin que nadie nos interrumpa-
Érika solo sonrió y me siguió sin decir nada, nos subimos al auto, y me dirigí a mi casa, el abrazo, y la cercanía de su cuerpo al mío, despertaba en mi recuerdos de hacía tres años, llegamos y como un caballero de los cincuentas, le abrí la puerta del auto, y le ayudé a bajar, luego, así de la mano, la llevé hasta mi casa, y la dejé entrar primero, una vez dentro, sentí, y díganme idiota, pero lo juro, sentí como la energía de mi casa cambió con su presencia, haciéndola más confortable, más… no sé, nos sentamos en la sala, y empezamos a platicar.
Sin dejar la charla, nos fuimos a la cocina y me encargué de preparar el almuerzo, terminamos y la charla continuó, recordamos el semestre que nos tocó estar juntos, a compañeros que yo tenía poco de haberlos visto, y así se fue el día, la comida estuvo a cargo de ella, una mejor cocinera que su servidor, e hicimos la sobremesa en la sala de nuevo, pero esta vez, con una copa de vino cada quien, y entonces, la plática cambió a lo que había ...
... pasado el año pasado.
-Conocí al chico-, le dije mirándola a la cara, y escuchando la suave música que ella misma había puesto en el estéreo.
-¿Y qué piensas?-, me dijo ella esquivando mi mirada.
-¿Fue cierto lo que dijeron de usted?-, le seguía hablando con respeto.
-para empezar-, me apuntó con un dedo al pecho, -deja de hablarme de usted, háblame de “t”", hace tiempo dejé de ser tu maestra, y ya no lo seré de nadie más-, esto lo expresó con algo de tristeza en la voz, -además, de todos mis alumnos, creo que eres en el que más confié, así que; hola, soy Érika, puedes decirme Ery-
Ella agarró mi mano y me saludó como si fuera la primera vez que nos veíamos, yo reí, y le devolví el saludo, con un beso en la mejilla, me senté a un lado de ella, en el sofá de dos plazas.
-Yo soy Enrique, puedes decirme Quique-
-Bueno-, continuó ella, pero ahora sí, seria, como cuando nos daba clase, -yo nunca tendría nada con un alumno, por muy guapo que sea, o por mucho que me guste, fui muy profesional, y no te diré que no, siempre hubo más de dos chicos que me tiraron los perros, pero a nadie le hice caso, primero estaba mi trabajo, luego mi vida personal, y Carlos no fue la excepción, pero él fue más insistente, incluso llegó a acorralarme en el baño de maestras para que le diera una respuesta-
-¿Nunca lo reportaste?-, la interrumpí.
-No-, me dijo después de beber de su copa, -siempre lo puse en su lugar, pero Carlos no entendió, hasta que un día Aldo, el director ...