El tormento de Elsa (revisado) 49 a 51 - Relatos Eróticos

El tormento de Elsa (revisado) 49 a 51

... y la corrida ya se deslizaba por sus muslos incluso con el consolador puesto.

Silvia también fue usada de cenicero, igual que Elsa, sus pies, sus tetas, y en su caso, hasta su boca, donde apagaron cigarrillos en su lengua, sirvieron para que los asistentes calmaran sus ansias de nicotina o simplemente por el placer de usar a las niñas como ceniceros vivientes. El olor a tabaco era tan denso que apenas se podía respirar.

La tónica de la cena fue igual hasta después de los postres. Abusaron de ellas y sus cuerpos hasta la extenuación. El coño de Elsa recibió más dosis de polla e incluso le metieron más comida picante y hasta una botella entera de cerveza, todo lo cual debía recibir luego Silvia en su boca mezclada siempre con la última follada que su amada había recibido. Las tres putas y Puri se orinaron encima de Elsa, que lo recibió de rodillas, junto a la silla de cada una, abriendo la boca para recibir todo el liquido que podía dentro, como un juego entre ellas de ver quien acertaba más en la boca de la chiquilla, ante la atenta mirada de Silvia que de rodillas fuera de la mesa notó como los vibradores subían al tercer nivel haciéndola gruñir y gemir, momento que Javier y Luis aprovecharon para orinar igualmente sobre ella. Toda la orina acumulada en el suelo que no había caído sobre las chiquillas o en su boca, fue lamida y chupada por ambas como si fuera néctar, dejando el suelo impoluto.

Con los postres, embadurnaron a ambas con chocolate caliente las tetas ...

... oyendolas gritar de lo caliente que estaba, y las hicieron lamerlo mutuamente. Cuando acabaron, les quitaron el arnés, las bolas y las pinzas y las dejaron subir a ducharse. Tenían las tetas rojas debido al calor del chocolate e hinchadas por las pinzas.

-Pero no tardeis.- dijo Luis - En el salón, queremos seguir fumando mientras tomamos una copa.

Se ducharon juntas, llorando, lamiendo sus cuerpos, sus quemaduras, sus lágrimas. Se dieron mutuamente bien de jabón por todo el cuerpo, de champú en sus cabellos, eliminaron todo olor a orina, semen y comida de cada una y se quedaron abrazadas bajo el chorro del agua hasta que Puri subió a por ellas.

-Más vale que bajéis ya, o será peor.

La miraron desde dentro de la ducha, la sádica mujer estaba desnuda, sonriendolas. Elsa y Silvia asintieron, salieron de la ducha y, sin secarse siquiera, con el pelo y el cuerpo húmedo, chorreando más bien, siguieron a una sonriente Puri hasta el salón. Fue al llegar cuando vieron a las tres putas tan desnudas como ellas y Puri. Elsa se fijó en que una de ellas llevaba puesto un tampón, el hilo sobresalía, y pensó en que Silvia había tenido que comer ese coño. De las tres, había una con el pubis cubierto de vello rubio y rizado. Todos bebían, tenían vasos con hielo y supusieron que alcohol. Puri se sentó entre Javier y Luis y las dos chiquillas se quedaron de pie ante todos.

-Tumbaros en el suelo, delante nuestra, con las piernas dobladas en ángulo, hacia arriba, con las plantas de ...