1. Deseando el trasero del niño de la iglesia, El campeón del juego.


    Fecha: 25/12/2024, Categorías: Dominación / BDSM, Fetichismo Gays Autor: MarcoDaniel, Fuente: SexoSinTabues30

    ... pero era muy agradable para mi nariz. Traté de meter mi lengua lo más adentro posible de su hoyito, quería lubricarlo, penetrarlo con ella, sentirme dentro de él.
    
    -ahhh… Ahhh
    
    Jordy se quejó con esa vocesita aún más infantil, no sé si de placer o de dolor por tener sus nalgas tan abiertas. No aguanté aquella escena y empecé a correrme, por primera vez sin masturbarme.
    
    Mi polla palpitaba dentro de mi pantalón humedeciendo y tirando chorros de leche, mientras mi paladar saboreaba ese ano virgen, del más exquisito y tierno sabor del mundo.
    
    Fueron segundos de deleite que para mi mente eran eternos. Esa imagen de mi cara entre sus nalgas no la olvidaría jamás.
    
    De repente Jordy se alejó aún sin finalizar mi orgasmo y cubrió sus nalgas amarrando su pantalón mientras yo arrodillado miraba todo su cuerpito y botaba los últimos chorros de semen.
    
    Al terminar de vestirse y secar su frente con las manos, se dió la vuelta y me miró sorprendido por lo que había hecho con su culo, era extraño para él sentir su ano mojado. No sé si se dió cuenta que le había metido la lengua o creyó que fue mi dedo.
    
    Mi rostro aún se veía excitado. Traté de componerme mientras mi polla escurría las últimas gotas de semen. Su expresión cambió, quizá por lo gracioso que le pareció verme así ante él.
    
    Me puse de pié, sacudiendo mi pantalón del polvo del piso.
    
    -Ya me voy…
    
    Dijo Jordy y corrió sin permitirme despedir, pero luego se detuvo a mitad de camino para acomodarse la ...
    ... chaqueta.
    
    Mi mirada se dirigió a su culo y me dí cuenta que tenía húmedo el centro del pantalón deportivo, aunque no se le notaba mucho porque era amarillo y sus nalgas hacían sombra, pero para mí era una huella perfecta de la humedad de mi polla y mi saliva.
    
    Jordy se fue sin mirar atrás.
    
    Entonces me senté sobre la acera, para asimilar lo que había pasado. Recordé que aún tenía el sabor de su ano en mi lengua y me saborié. No sé porque pero me sabía a dulce, un poco saladito y tenía un ligero sabor a mantequilla, quizá por su mismo sudor o las toallitas húmedas de niño, no lo sé.
    
    Con el pantalón mojado con semen, acostado sobre el polvo y una sonrisa en los labios, nada importaba a mi alrededor, porque por fin obtuve lo que tanto había soñado.
    
    ***
    
    Después de ese día… Debido a que Jordy se ausentaba más en la iglesia, yo también dejé de ir. Cuando nos veíamos, mayormente los domingos, nos saludábamos como si nada hubiera pasado; él con su sonrisa tierna en los labios y yo con el rostro embobado, porque el deseo que sentía hacía él, se estaba convirtiendo en amor. Pero su madre se apartó definitivamente de la iglesia y desde el primer domingo de primavera Jordy no llegó más. Lo esperé muchos domingos, pasé por su colegio, de vez en cuando por su casa, pero no apareció.
    
    Así pasaron 4 años. Hasta que un día, lo encontré en un paradero de autobuses junto a una chica: Jordy estaba feliz, guapo y más alto. Mi corazón se aceleró, como cuando note su hermoso trasero por ...
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