Confesiones del pasado y de siempre
Fecha: 02/01/2025,
Categorías:
Incesto
Sexo con Maduras
Voyerismo
Autor: Veronicca, Fuente: SexoSinTabues30
... tienen hijas y que a algunas les parecerán mal estas cosas, pero ustedes mismas estaban reconociendo que disfrutaron de esos hechos que estaban contando.
—Esto creo que es inevitable. Siempre habrá opiniones para todo, según como le haya ido a cada una, como la hayan tratado y también, como decía usted, de lo caliente que se sea.
—Se preguntaban también el por qué pasaba todo eso que contaban y por qué los hombres siempre estábamos detrás de las nenas. Yo creo que para un hombre, y sobre todo cuando ya tiene una edad, es muy rico estar con una nena en la cama, jugar con ella, disfrutar de todo lo que te ofrece; es como una inyección de juventud para nosotros que nos da vida. Para muchos puede ser el resurgir de una sexualidad dormida o cansada por la rutina y para las nenas creo que es algo especial también porque se empiezan a dar cuenta de su poder sobre los hombres, su sexualidad explota por todos lados, se sienten como reinas admiradas y halagadas, se vuelven coquetas y presumidas, saben que pueden conseguir lo que quieran con su cuerpo y aprenden a hacerlo. Se acaban convirtiendo en la típica mujer capaz de volver loco a un hombre.
—Sí, es cierto lo que dice, muchas nos sentíamos así y puede que sea algo necesario que suceda todo esto, porque va en nuestra propia naturaleza de mujeres y de hombres, no lo podemos evitar y por mucho tiempo que pase, esto no va a cambiar.
—Miren, si me permiten comentárselo, comerle el coñito a una nena de esas edades es uno de ...
... los mayores manjares que hay. He podido disfrutar de algunos a lo largo de mi vida y ahora con más de 70 años, se me pone dura sólo de pensarlo. Por eso, no me extraña que muchos papas que tengan la ocasión, lo hagan y luego pueda pasar cualquier cosa y ustedes creo que lo saben y a veces no saben cómo reaccionar cuando pillan a sus maridos lamiéndoles las rajitas a sus hijas, porque seguramente a ustedes les haya pasado lo mismo y a algunas las habrá gustado y a otras no, o no quieren reconocerlo ante las demás. A pesar de todo lo que han contado, yo creo que muchas se han callado cosas.
—Puede que sí, pero es difícil descubrir toda nuestra intimidad. Gracias por darnos su opinión. La verdad es que son situaciones complicadas que ya no sabe una ni que hacer, es lo que estábamos hablando.
La conversación siguió con discusiones entre nosotras sobre el por qué permitíamos que nuestros maridos se follasen a nuestras hijas, con opiniones de todo tipo, pero sin llegar a ninguna conclusión aceptada por todas, así que dimos por concluida la reunión porque se nos hacía tarde.
Después de pasados unos días volví a encontrarme con una de las amigas que había estado en esa ocasión, que fue precisamente una de las que no nos había contado ningún caso que le hubiera pasado a ella y que incluso nos había dicho que ella no tenía nada que contar, por lo que me sorprendió al decirme:
—Tengo que pedirte perdón a ti y a las demás.
—¿Por qué?
—Porque no fui sincera con vosotras. ...