Confesiones del pasado y de siempre
Fecha: 02/01/2025,
Categorías:
Incesto
Sexo con Maduras
Voyerismo
Autor: Veronicca, Fuente: SexoSinTabues30
... Todas lo fueron y contaron cosas bastante fuertes, como lo tuyo, por ejemplo, pero es que a mí me daba mucha vergüenza reconocer lo que me pasó delante de vosotras y por lo que pudierais pensar de mí. Siempre quise olvidarlo y todavía hoy no entiendo cómo podía disfrutar de lo que nos sucedió a mí y a mi hermana.
—Bueno mujer, es comprensible, ¿qué vamos a pensar? Por mi parte, no tienes que pedirme perdón. Cómo os dije, son cosas que nos pasan a casi todas las mujeres, lo queramos reconocer o no, y por la educación que nos dan, es difícil no sentir vergüenza por sentir placer y por disfrutar de algo que nos dicen que es malo y que tenemos que rechazar, y eso crea un conflicto en nuestro interior que nos crea todas estas contradicciones.
—Sí, así es. A nosotras, como en el caso tuyo, nos sucedió con nuestro padre. Primero empezó conmigo. Siempre estaba tocándome y acariciándome. A mí me gustaba y me dejaba hacer, pero aunque sabía que eso estaba mal porque mi madre me decía que no me dejara tocar por los chicos, no me decía que mi papá no pudiera hacérmelo, no sé si porque mi madre no suponía que su marido pudiera hacer algo así o porque sabía que no iba a poder oponerse a ello. Entonces puedes entender como me sentía yo, muy confundida.
—Sí, perfectamente, es algo normal, porque en parte, así me sentía yo también. No entendía muy bien cómo mi madre permitía que mi padre me hiciera eso si todo el mundo decía que no debía de hacerse. Es complicado, la verdad, y más ...
... para unas niñas como nosotras. Era un poco lo que estábamos debatiendo el otro día entre nosotras, intentando comprender porque pasaban estas cosas.
—Es que nosotras somos mujeres, sabemos lo que nos pasó y nos preguntamos por qué nuestras madres actuaron así y ahora nosotras lo estamos viendo en nuestras hijas y nos seguimos comportando como ellas y haciendo lo mismo. Esto nunca va a cambiar.
—Mira, yo creo que todo esto sucede porque nos causa placer, y a los hombres igual, pero en nuestra conciencia tenemos metido el concepto del “pecado”, represiones que nos han metido para que el placer no nos domine a nosotras y para que aprendamos a controlar nuestro cuerpo y nuestros deseos. Todas las religiones siempre han tenido miedo al cuerpo de las mujeres, y hasta algunos ven al mismo diablo en ellos.
—Sí, es cierto, pero nuestro cuerpo muchas veces nos traiciona y tanto ellos como nosotras acabamos cayendo en la tentación.
—Así es. Es lo que hablábamos.
—Ahora ya no me importa darte los detalles. Los primeros recuerdos que tengo son de tener el dedo de mi padre entre las piernas por dentro de las bragas, acariciándome. Para mí era una delicia, era como una droga y me sentía en una nube.
—Claro, es la sensación que tenemos todas en esas situaciones.
—Y luego, cuando empecé a jugar con su pene, no había mejor juguete para mí. Bueno, tú sabías también lo que era eso, que te voy a decir yo a ti. Yo creo que para cualquier niña es algo fascinante. Lo ponía en mi ...