Amor inesperado de una mujer casada 3
Fecha: 13/01/2025,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: dulceymorboso, Fuente: TodoRelatos
... delante de Carmen.
Exploté en un orgasmo que me puso la mente en blanco. Al empezar a expulsar los chorros sentí la boca de Eduardo en mi coño y entre temblores, llevé las manos a su cabeza para apretarlo contra mi. Ahora era yo la que estaba eyaculando en él, llenando su boca que, agradecida, tragaba todo. Cuando dejé de apretarlo contra mi, separó su rostro un poco. Sus dedos, aunque no tan fuerte, seguían moviéndose y un nuevo chorrito salió de mi coño mojando su pecho. Lo miré sorprendida y me sonrió. Otro chorro más. Tuve que agarrar su mano al sentir que no dejaría de correrme si no paraba con los dedos.
Se sentó a mi lado para abrazarme y vi que tenía la polla dura de nuevo. Lo miré y entendió lo que necesitaba.
- Cariño – le dijo a su mujer – Vamos a ir a la habitación. Vale?
- Vale. Yo me acostaré dentro de un poco – le respondió.
Al pasar por delante de ella, la miré y ella me miró. Parecía triste por verme desaparecer. Yo me sentía rara, por una parte hubiera preferido quedarme allí y sentirla a mi lado, pero por otra parte algo me empujaba a desear estar sola con Eduardo y no sentirme cohibida por su presencia.
Al entrar en la habitación, al contrario que la otra vez, dejé la puerta abierta y enseguida nos abrazamos. Eduardo me besó en la boca y yo no dudé en abrir los labios para dejar que su lengua buscara la mía. Me preguntaba si al empezar con Carmen también había sido torpe besando y ella le había enseñado. Mientras me abrazaba a él, ...
... busqué con la mano su polla y se la acaricié.
Que tenía aquella polla que tanta ansiedad por acariciarla y chuparla me hacía sentir? Enseguida me arrodillé ante él y besé sus testículos, los acaricié con mis manos y lengua. Lamí cada centímetro de su troco limpiando el flujo que salía del glande. Ensimismada chupando la gruesa cabeza levanté la mirada y se encontró con la suya.
- Como te gusta mi polla – me dijo sonriendo orgulloso – Me encanta que sea así.
- Desde el otro día deseaba volver a chuparla – le confesé.
Me dijo que quería correrse dentro de mi y, ansiosa porque lo hiciera, me tiré en la cama y abrí las piernas. Gemí al sentirlo resbalar penetrando mi coño. Era increíble sentirme follada de nuevo por ese hombre. Cuando lo hacía, a pesar de sus años, me hacía sentir su vitalidad. Embistiéndome con fuerza, lo miraba sorprendida y no podía evitar gemir descontroladamente.
A punto de correrme por segunda vez mientras me follaba, al girar la cabeza hacia la puerta, vi a Carmen allí, entre las sombras, mirándonos. A pesar de solo poder ver su cara, supe que se estaba masturbando por la expresión de su rostro desencajado. Por primera vez me estaba viendo follando con su marido. Me iba a correr y no pude seguir mirándola. Me abracé a él, hundí mi cara en su cuello y susurrando se lo dije al oído.
- Me corro, Eduardo… Córrete conmigo.
Cuando llegué al baño, ella me esperaba allí. Nos miramos y sin decirnos nada nos abrazamos en silencio.
- Ven – me dijo ...