El confidente de todos (5)- la visita al pueblo - Relatos Eróticos

El confidente de todos (5)- la visita al pueblo

... piedras y se marcaban en ese top negro tan ceñido a su cuerpo.

Todos fuimos testigos de cómo mi madre se sonrojaba ante el descubrimiento de sus pezones, efectivamente su cuerpo la estaba traicionando, y tras un momento de duda y vergüenza intento justificarse sin mucho éxito ni convicción.

Mamá: “que tonto eres, es por el frío que hace aquí"

Guillermo:"ya claro ahora se llama frío..."

Y todos rieron nuevamente el comentario.

Mi madre parecía avergonzada, incómoda sin saber muy bien que hacer, eso parecía dar alas a Guillermo.

Guillermo: “vale te creo es por el "frío, y si es así lo podemos solucionar…"

Esto último lo dijo con bastante sorna y haciendo aspavientos con las manos y continuo.

Guillermo:"¿pero ¿cómo explicas que salgas de casa sin ropa interior?, sabiendo como sabías que vendrías a pasar el rato con unos adolescentes con las hormonas alteradas... ¿Acaso tampoco eso lo sabías?"

Mamá:” vale, es cierto no llevo sujetador, pero es porque me gusta ir cómoda"

Guillermo la interrumpió.

Guillermo: “tampoco llevas bragas"

Mi madre se calló en seco, entonces me di cuenta de que Guillermo llevaba razón la conocía y por su reacción sabía que era correcto.

Mamá: “pero tú... de que vas, claro que llevo bragas, ¿Con quién te crees que estás hablando?"

A mi madre parecía haberle ofendido ese comentario.

Guillermo la miraba divertida, mientras mi madre intentaba defenderse de las acusaciones, pero de forma muy poco ...

... convincente.

Guillermo: “venga Lourdes, ¿no te gusta jugar? si verdaderamente llevas bragas, enséñanoslas, nos alegras la vista y yo me disculpare y haré lo que tú quieras..."

Mamá: “y sino..."

Guillermo:” yo te propondré un juego que no podrás rechazar"

Mi madre pareció pensarlo, pero la sentía nerviosa, no preocupada, sino más bien excitada, incluso divertida por la situación.

Y para mi sorpresa, mi madre acepta, no podía dar crédito a la reacción de mi madre, ¿Qué clase de juego seria ese?, o estaba tan segura porque llevaba ropa interior y estábamos equivocados…. O se había excitado y había entrado al juego que Guillermo le estaba proponiendo…

Mamá:” vale aceptó"

Entonces Guillermo se apartó un poco para dejarle espacio.

Mi madre miro a sus espectadores, comprobó que tenía toda su atención.

Entonces se dio la vuelta, y les ofreció unas vistas preciosas de ese culito duro y respingón que se marcaban en esas mallas.

Hizo un movimiento muy sensual que nos permitió deleitarnos con esos labios vaginales marcándose de forma grosera en esas mallas, para deslizar las mallas hasta medio culo.

Cuando todos estábamos impacientes comprobando si llevaba o no ropa interior, con un movimiento rápido volvió a subirse las mallas y a darse la vuelta, sonriéndose de manera nerviosa y con las mejillas encendidas en un rojo intenso.

Guillermo la cogió por los brazos.

Guillermo:” eso no vale, no hemos visto nada, no sabemos si llevas o no ropa interior"

Se lo decía ...