El confidente de todos (5)- la visita al pueblo - Relatos Eróticos

El confidente de todos (5)- la visita al pueblo

... madre se agitase a cada embestida, produciendo un ruidito de chapoteo cada vez más evidente, mientras fruto de esos movimientos, hacían bailar esos pechos turgentes y erectos que eran hipnóticos, imposible no fijarte y deleitarte.

Cuando mi madre se tensó y salió un gemido desde lo más profundo de su ser, fue el momento que Guillermo aprovecho para voltear a mi madre y dejarla boca abajo.

Mi madre estaba en éxtasis disfrutando ese intenso orgasmo al que su semental le había hecho llegar, y parecía no darse cuenta de las intenciones de este, que de forma hábil le coloco un cojín en el bajo vientre, provocando que su culo quedase en pompa y ofrecido, totalmente expuesto para facilitar las intenciones de Guillermo.

Que, sin darle tiempo a disfrutar de ese orgasmo, de manera dura y algo violenta se cogió ese pollón nuevamente, ahora brillante y baboso por los flujos de mi madre y con una mano lo coloco en la entrada trasera de mi madre, para una vez orientada dejarse caer sobre mi madre, enterrándole un buen pedazo de carne en ese blanquito y pequeño culito duro en forma de cereza, que ahora se le veía muy forzado y violentado.

Guillermo:"arggg esto sí, que gustazo, que estrechito, se ve que no eres virgen, pero no han entrado muchas por aquí y menos de este grosor…tú ya has disfrutado demasiado hoy, así que ahora me toca a mí"

Y diciendo esto volvió al ataque, con un nuevo golpe de cadera duro y seco consiguió introducirle un poco más de polla, y así poco a poco ...

... sin dejar de embestir ese maltrecho culito, y a pesar de mis dudas porque fuera posible consiguió introducirle toda esa barra de carne en su culito, que parecía fuera a partirse en cualquier momento, daba la sensación de que la cantidad de carne que soportaba lo harían saltar por los aires.

Mi madre estaba fuera de sí, ahora no gemía, chillaba y lloraba, implorándole que parase, que la iba a partir, intentaba zafarse de esa tortura sin mucho éxito, Guillermo era mucho más fuerte y grande que ella, y si le sumas la posición de superioridad, mi madre no tenía escapatoria, y para colmo el hecho de que esta le doliese y le suplicará que parase parecía estimular más aún a Guillermo, que estaba disfrutándolo como no lo había hecho hasta el momento.

Guillermo:" ufff qué gusto, zorra necesitaba una como tú, no todas pueden alojar mi polla en su culo como tú lo tienes ahora mismo…argg que placer"

Guillermo estaba fuera de sí, su cara era una mueca de lujuria y deseo, realmente daba miedo, estaba centrado en una sola cosa y no era otra que destrozar el hermoso culo de mi madre, bombeaba con toda su alma, vi incluso como algún hilillo de sangre salía del culo de mi madre, que ya había desistido en su intento por escaparse de esa tortura y ahora permanecía inmóvil esperando que terminase.

Pero para su desgracia este tardó un buen rato en correrse y tuvo que aguantar ese tormento unos cuantos minutos más.

Hasta que todo su cuerpo se tensó y con dos golpes secos y duros de ...