El confidente de todos (5)- la visita al pueblo - Relatos Eróticos

El confidente de todos (5)- la visita al pueblo

... cadera inundó el hermoso, aunque ahora maltrecho culo de mi madre.

Una vez se hubo corrido a gusto, salió de mi madre, se vistió y se marchó.

No hubo un beso, una caricia, nada ni siquiera se despidió con un adiós, simplemente se marchó.

Mi madre estaba inmóvil sobre el colchón, sollozando, no sé si por el dolor provocado, por arrepentimiento o un poco por todo.

Hasta que al rato entro mi primo, parecía preocupado por mi madre, se acercó a ella.

Jorge:"Lourdes, tía…¿Estás bien?"

En ese momento mi madre rompió a llorar desconsoladamente, y se abrazó a mi primo, este no sabía que hacer o decir.

Al cabo de un rato, mi madre dejo de llorar, miro fijamente a mi primo y le dijo

Lourdes: “Jorge prométeme que esto no lo sabrá nadie, esto no ha pasado, ¿me has oído? Sergio no se puede enterar, ni Sergio ni nadie en la familia debe saberlo"

Jorge: “pero... Tía"

Mamá: “prométemelo, júramelo que esto no saldrá de aquí"

Jorge tras un silencio tenso y avergonzado por lo ocurrido le contesto

Jorge: “si tía no te preocupes no diré nada, lo siento mucho, ha sido por mi culpa… no pensé que pasaría esto…"

Mi madre al oírlo lo abrazo e intento levantarse, pero se la sentía muy dolorida y magullada, yo estaba preocupado, no sabía muy bien que hacer, podía ver como del culo de mama salía grumos de lefa mezclados con sangre, pero tras comprobar que mi madre no quería que nadie se enterase y no darle mucha importancia a ese hecho, junto con que no estaba ...

... sola ya que mi primo parecía estar pendiente de ella, decidí que era el momento de irme de allí, nadie sabía que lo había visto todo y poco o nada podía hacer ahora mismo, ¿Cómo reaccionaría mi madre si saliese de mi escondite? Muy a mi pesar y con gran dolor decidí marcharme por donde había venido, salí de la cueva y me fui a casa corriendo, tenía que llegar antes que ellos y casi era de noche, habían pasado tres horas, cuatro desde que todos nos fuimos de casa, ya era francamente tarde.

Cuando llegué a casa casi no me acordaba de mi tía, cuando la vi despierta y hablando con mi abuela, quedé sorprendido, cuando me vieron llegar me saludaron y me sonrieron ambas, eso me dio tranquilidad, parecía que mi tía no se había enterado de nada.

Tía:"¿Tu madre?, ¿no estás con Jorge?"

Yo: “no yo no fui con ellos, ¿No han llegado todavía?, pensé que sería el último"

Abuela: “pues eres el primero, porque el abuelo tampoco ha llegado aún de la partida..."

Reconozco que no estaba en ese momento para tontadas, mi cabeza iba a mil, después de lo que había pasado en esa cueva, así que intentando que no se me notase nada raro decidí desaparecer de allí, y me fui a la habitación, envié varios mensajes a mi primo, como que estaba preocupados por ellos, preguntandole donde estaban....

Al rato oí llegar al abuelo, saludo a la tía y a la abuela cómo sino hubiese pasado nada.

Y cuando ya estábamos empezando a preocuparnos por mi primo y mi madre y comentaban de salir a buscarlos, ...