El confidente de todos (5)- la visita al pueblo - Relatos Eróticos

El confidente de todos (5)- la visita al pueblo

... mesa y le ofreció su polla.

Polla que mi madre recibió de muy buen grado y comenzó a chupársela con suma glotonería y dedicación.

Abuelo:"arggg como la chupas, mira que eres zorra, tranquila cariñoooo, tienes pollas para hartarte, solo queremos que disfrutes y goces como te mereces, mientras nosotros recordamos sensaciones y emociones ya hace tiempo olvidadassss arggg ZORRAAAA como la chupassss"

Los amigos del abuelo al igual que yo estaban de pie contemplando como mi madre hacia las delicias, estaban desnudos observando y recreándose en ese joven y hermoso cuerpo, podía ver como todas las pollas estaban ya en pie de guerra y sus caras cambiaban a una expresión de lujuria y deseo que sinceramente me dio respeto, y como no, fue mi abuelo quien mirándolos con una cara de suma felicidad y excitación por el trabajito que mi madre le estaba realizando en su polla rompió el hielo y dio el pistoletazo de salida.

Abuelo:"amigos, ¿A qué esperan?, no querrán una invitación por escrito ¿Verdad?"

En ese momento los tres se lanzaron sobre mi madre, sería por los años, pero a pesar del deseo y la lujuria que tenían todos, reconozco que sus movimientos eran muy ordenados, ninguno se molestaba, y todos manipulaban el cuerpo de manera muy hábil y diestra, se les veía que estaban muy bien sincronizados.

Los dos amigos abrieron las piernas de mi madre mientras el dueño cogiéndose la polla la apunto a la entrada de la vagina de mi madre, que al sentirla en su entrada comenzó ...

... a moverse para poder recibirla.

A los abuelos parecía hacerles gracia el estado en el que se encontraba mi madre, como ella misma al sentir esa anaconda buscaba introducírsela, mientras el dueño parecía divertirse haciéndola sufrir, ya que en lugar de introducirsela, se la pasaba por sus labios vaginales y ese glande sonrojado y babeante lo frotaba contra ese inflamado y deseoso clítoris que tenía mi dulce madre.

Pero el momento no se hizo esperar, a pesar de todo el dueño también estaba igual de ansioso por sentir como palpitaba esa húmeda y caliente gruta, así que cogiéndose la base de la polla y orientándola en la entrada de la vagina dio un movimiento suave de cadera y se la fue introduciendo, poco a poco esa enorme barra de carne desaparecía en las entrañas de mi madre.

Cuando la tuvo completamente dentro, mi madre para frustración de mi abuelo dejo de chupársela para empezar a boquear, gemir y moverse rítmicamente sobre esa enorme barra de carne que hacía las delicias de todos, ver cómo esa polla llenaba por completo esa vagina o como esa vagina de adaptaba como un guante a ese monstruo de carne caliente y venosa era simplemente espectacular.

Ahí estaba yo con mi pollita en las manos machacándomela, viendo la mejor de las escenas porno que hubiese visto nunca, vaya diferencia entre estos abuelitos y el degenerado de Guillermo.

Cómo podía haber tanta diferencia, ¿Serían verdaderamente los años?¿La experiencia?, No lo sé pero ciertamente en apenas 24h mi ...