Una Buena Ocasión 1 - Relatos Eróticos

Una Buena Ocasión 1

... su “cambio hormonal”. Le miro el paquete y Damián le cogió la mano, se la puso encima y le dijo mirandola a los ojos:

-Va, una cosa por otra. Empieza tu si quieres.- le ofreció con la punta del dedo dentro de ella, sin parar de entrar un poco más, lentamente.

Ahora Berta cada vez que se movía ayudaba a su dedo a entrar, y le tanteaba la polla viendo lo grande que era, con cara de tonta, boquiabierta de lo cachonda que estaba ya.

-Sácala, que sola no puede ¡jejeje!.- le dijo subiéndole la camiseta y abriendo los ojos al ver la hermosura de pechos adornados de encajes.

Berta se mordía el labio y tiro del pantalón para liberar la polla más grande que había visto nunca, y había visto unas cuantas ya. Se dejaba hacer en su culo y en sus tetas, y ella la recorría con su mano, apretándola y poniéndose más cachonda de lo dura que estaba.

Damián no podía hacer nada, todos sus movimientos se le adelantaban antes de que pudiera impedirlo, y si iba a tener un orgasmo como el de la noche anterior, era cierto lo de las hormonas, porque cuando tiro del sujetador y saltaron sus pechos, tampoco pudo impedir lanzarse a comerlos como si fueran de nata.

-Esto no está bien ¡Mmmmh! no está bien no ¡Mmmmh! le decía notando como le empezaba a follar el culo con más de medio dedo y le comía las tetas, mientras ella le pajeaba cada vez más animada.

-Para que se las coma el marica ese, me las como yo ¡jeje!.- le dijo después de soltarle un pecho chupándolo con fuerza y cambiando al ...

... otro, con su hermana pajeándolo ahora más rápido.

-¡Mmmmh! como sabes cabrona ¡Ooooojj! Y que tetas tienes.- le dijo volviendo a cambiar de pecho, notando como esperaba su dedo y apretaba para que entrara más, ya a buena velocidad.

-¡Aah! ¡Aah! ¡Mmmmh! eres malo ¡Aah! ¡Aah! ¡Aah! Muy malo ¡Aah! ¡Aah! ¡Aah!.- le dijo revolviendo su pelo y gozando más al notar como le buscaba la entrada del coñito con otros dos dedos de la mano, mientras la follaba ya con casi todo el dedo.

La dulce Berta empinaba el culo y se dejaba hacer por su querido hermanito, que no entendía como sabia tanto de sexo y de anatomía femenina. Esperando que se corriera en cualquier momento para coger la mano que la violaba y moverla a su gusto, pero no paso eso.

-¡Aaaaah! ¡Tato, tato! ¡Aaaaah! ¿Qué me haces? ¡Aaaaah! ¡Mmmmh! sigue, sigue ¡Aaaaah! ¡Buff! Que dedos tío ¡Mmmmh! ¡Aaaaah! -se empezó a correr notando los dedos moviéndose en su coñito, y follando su culo de una manera que jamás le habían hecho, con su boca que le devoraba los pechos y se los mordía por todas partes.

Damián la miraba retorcerse en su mano, y le lamia los pezones para después morderlos fuerte con los labios, haciéndola botar más. Algo le decía que esperara, y cuando se acabó de correr su hermana, le fue sacando los dedos y le llevo la mano a la nuca, haciéndole bajar y diciéndole:

-Trágatelo todo puta, que si no lo voy a poner todo perdido, ¡abre la boca corre!.-y ella obedeció aun resoplando, bajando de su pierna y ...