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Noche verano
Fecha: 27/01/2025, Categorías: Hetero Autor: Pieldemanzana, Fuente: TodoRelatos
... personalidad cuando un orgasmo largo y profundo me sacudió por completo. Su semen llenando mi vagina fue la guinda de aquella irrealidad que me embargada. De nuevo la calidez de su pecho en el mío y esa extraña sensación de estar en el vacío. La sensación repetida y , mis piernas temblando aún con breves espasmos. Creo que él sentía algo similar, sus ojos azules me miraban como incrédulos. Sus manos me acariciaban como para tener constancia de mi existencia real. No tardamos en recuperarnos. Sonreímos al mirarnos y ambos sentimos de nuevo ese hormigueo del sexo naciendo desde muy adentro. Nos besamos y todo dio vueltas a mi alrededor. Definitivamente aquel peta estaba muy cargado. Aún así la sensación era emocionante. Sentí sus caricias a lo largo de todo mi cuerpo de nuevo. Su piel se sentía caliente y cálida. Su boca pasó de mi cuello a mis senos, de estos a mi vientre y continuaron hasta encontrar mi vagina. Jugó un poco en mi entrada mientras sus dedos separaban mis glúteos. Sentí su lengua resbalar más allá de mi vagina, hundiéndose entre mis nalgas, se detuvo entre mi coño y mi ano, un estremecimiento me recorrió entera. Fueron mis manos las que lo empujaron para que ahondara en su lametones. Quise gritar cuando lo sentí en mi ano. Temblaba ,literalmente. El placer era diferente , era como un cosquilleo grato que calentaba mi entrepierna. Abrí mis piernas y lo obligué a hundirme aquella lengua en el culo. No dudó, la hundió mientras separaba mis ...
... glúteos para llegar más lejos. Yo convulsionaba. Así estuvo un buen rato. Arrancándome alaridos de placer. Haciéndome casi aullar. Su lengua era el percutor que me lanzaba al abismo del paroxismo. Dejó de lamer solo para acercar su pene al mismo lugar, bien lo había lubricado con su saliva. No le costó mucho empotrarse en mi. Una pequeña resistencia por mi parte al principio que se fue apaciguando cuando comenzó a bombear. Creo que mis ojos estaban en blanco, aquel dolor placentero me estaba llevando a lugares que nunca había visitado. No me era extraño el anal pero si aquella forma de sentirlo. Tomó mi cintura y fue hundiéndose poco a poco en mi. Poniendo saliva de vez en cuando en su polla y en mi ano. Yo solo tenía fuerzas para gemir mordiendo los cojines mientras abría con mis manos mi culo para que la expoliación fuese completa. Aumentó el ritmo, yo me corría como si no hubiese un mañana. De una acometida se hundió hasta el fondo de mi. Su semen caliente me llenó por dentro con latidos pulsantes que arrancaron de mi boca improperios y gritos de placer. Allí permaneció apurando el orgasmo, dejando que las últimas gotas de su semen saliesen de él. Cuando por fin salió de mi ,su fluido blanco y pegajoso, resbaló por mis muslos. Nos recuperamos en silencio, despacio. Supuse que ya era muy tarde en un momento de claridad. Me impaciente, mi hermano estaría por llegar. Se lo comenté y asintió con la cabeza. No quería meterme en líos. Se vistió con la ropa que le ...