1. Entre la arena y el agua, Coronas


    Fecha: 01/02/2025, Categorías: Lesbianas Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... less como yo estaba. Mis manos se aferraron solas a aquellas dos preciosas masas de carne. Todo el tiempo que ella me dejó estuve amasándolas.
    
    Me llevé su sujetador como trofeo en la mano. Ella me persiguió entre risas y cuando me dejé coger se dedicó a amasar mis tetas mucho más pequeñas que las suyas. Tenía los pezones duros como guijarros de río.
    
    - ¡Que duras las tienes!
    
    Volvimos a las toallas y una nueva ración de bronceador nos permitía seguir acariciándonos casi sin disimulo. Yo deslizaba una mano entre sus muslos cada vez mas arriba hasta el bikini. Lo que me permitían sus piernas abiertas.
    
    - Como separes más los muslos se van a dar cuenta.
    
    Visto que allí no hacíamos nada más "interesante" me decidí a invitarla al apartamento que tenía alquilado durante las vacaciones. Ella se puso un ligero vestido de falda corta y amplios escotes sin preocuparse del sujetador. Yo me puse unos vaqueros muy cortos y una camiseta que dejaba mi vientre al desnudo de los que me libré de inmediato al cruzar el umbral.
    
    - Como si estuviera en tu casa.
    
    La invite a ponerse cómoda, se sacó los zapatos y nos sentamos juntas en el sofá. Se lanzó a por mí casi de inmediato y yo solo con mi breve tanga se lo había apuesto muy fácil.
    
    - ¡Bésame! Cielo.
    
    Me cogió un pecho mientras se sinceraba conmigo y me contaba que era lesbiana desde hacía cinco años. Me dio un beso de amante en la boca poniendo en ello toda la pasión, lengua y saliva, de la que era capaz y era capaz de ...
    ... mucha.
    
    - Adoro estas tetitas.
    
    - Y yo estas tetazas. Coronas.
    
    Yo no pude, ni quise, reaccionar en contra una vez decidida a hacer el amor con esa belleza no me iba a mostrar tímida. Y me encontré entre sus brazos. sintiendo sus caricias en mi piel, en toda ella. Me besaba en el cuello y hombros y comenzó a acariciame los muslos cada vez mas cerca de mi ya por entonces muy húmeda vulva.
    
    - Voy a saborearte.
    
    Yo casi sin darme cuenta le estaba devolviendo las caricias y besos deslizando mis manos por debajo de la ligera tela de la falda hacia su coñito. Se me hacia muy fácil seguir su ritmo o incluso adelantarme a ella. Muy suavemente como hacía con los chicos la besé en los hombros, deslizando los tirantes del vestido y bajé por los pechos amplios hacia los pezones sonrosaditos que me metí en la boca. La hice gemir.
    
    - Pues para ser tu primera vez con una chica me estás llevando al cielo.
    
    Con los chicos eso es automático, la mayoría de ellos no saben que eso podria excitarlos. Con ella fue algo sensacional sentir como se ponían duros bajo mi lengua mientras mis dientes recorrían sus areolas suavemente. Los chupé y mordí con deseo y alrededor de ellos los suaves montes de carne dulce que formaban sus tetas. Solo rozándolas con mis labios y alrededor de ellos por sus costillas, cosquilleándola con mis labios, dientes y lengua.
    
    - Cómemelas, cielo.
    
    Y bajando por su vientre siguiendo la tela de su vestido que bajaba por su cuerpo. Levantó el culito del sofá lo ...