El cliente de mamá Libro II //Cap. 2
Fecha: 06/02/2025,
Categorías:
Incesto
Autor: JOS LIRA, Fuente: TodoRelatos
... vergüenza incluso desnudarse con su marido… quien acostumbra engañarme con chiquillas de tu edad. Y mírame ahora… encuerada para ti.
—Pues ese cornudo no sabe de lo que se pierde, Carmen. No hay nada más delicioso que tener sexo con una mujer madura. Ustedes ya saben lo que quieren, casi no se asustan de nada, y, por si fuera poco, son muy experimentadas.
—Como habrás notado, yo no soy tan experimentada.
Recordar las ricas mamadas de verga y huevos que me ha dado me hacen dudar de sus palabras.
—Aún así, me la he pasado fabuloso contigo, Carmen. ¿Ya puedo llamarte Carmen? ¿O prefieras que te siga llamando Tiffany?
—En realidad no sé si puedo seguir confiando en ti, Erik.
—¿Y si te cuento un secreto muy serio crees que confiarías en mí?
—¿Un secreto? —me pregunta, echándose en la cama para abrirse de piernas y limpiarse los flujos producto de sus orgasmos, que aún le mojan los muslos.
—Sí, un secreto inconfesable y tan delicado, que cuando te lo cuente ahora sí que confiarás en mí completamente, por la envergadura del mismo.
—¿Tanto así? —su hendidura abierta me empieza a calentar de nuevo. Esa postura es deliciosa. Se le ve todo, casi que hasta la garganta.
—Te lo juro.
—¿Y cuál es ese secreto?
—Hace poco más de dos meses… vino mi madre al cuartel, y se hizo pasar por prostituta… como tú.
—¡Madre Santa! —responde, incorporándose de nuevo.
—Pero, Carmen, eso no es lo delicado del asunto.
—¿No? ¿Entonces qué es lo delicado?
—Lo ...
... delicado es que… me la cogí durante toda la noche —El semen que aún tiene sobre los pezones hacen lucir a la madre de Alex como una autentica putita.
—¡¿QUÉ?! —la palidez de su semblante es tan escandaloso que por un momento pienso que se ha convertido en estatua de mármol—. ¿TRATAS DE BURLARTE DE MÍ?
—No te estoy mintiendo, Carmen. Es tal cual te lo digo. Esa noche metí de infraganti a mi madre a este mismo cuarto haciéndola pasar por una prostituta, y… una cosa nos llevó a la otra y terminamos teniendo sexo.
—¡Santo Dios, Erik! ¡Pero es tu madre!
—Lo sé, Carmen, lo sé. De hecho, Alex, tu hijo, se enteró de eso y por eso irrumpió en esta alcoba y trató de chantajearnos. Fue allí cuando él, junto al imbécil del maricón de su amigo, me sometieron y se llevaron a mi madre para… intentar violarla.
—¡Por Dios Santo, Erik! —exclama mi putita todavía con un gesto descompuesto—. ¡No sé qué me impresiona más, que te hayas acostado con tu propia madre o que ese hubiera sido el motivo por el cual mi hijo trató de abusar de ella!
—Si no me equivoco, lo que más te ha impresionado es lo primero, lo de que me he acostado con mi madre, porque de alguna manera, lo segundo, ya te lo había contado.
—¡Pero es que… ¿cómo has podido, Erik?! ¡Se trata de la mujer que te trajo al mundo! ¡Eso es aberrante…! ¡Es horrible! ¡Y lo peor es que tu madre lo consintió! ¿Cómo ha podido acceder a eso?
—Porque nos amamos.
—¿Qué? ¿Amarse? ¡Claro que no! ¡Están confundidos… ustedes se ...