1. ¿Por qué a mí? Capítulo 46


    Fecha: 16/02/2025, Categorías: Gays Autor: Jesus tsukishiro, Fuente: TodoRelatos

    ... cómo se complican las cosas!; no había, por lo que de inmediato salió el enfermero con las instrucciones nuevas de la cirujana.
    
    – Familiares de Job Cáceres.
    
    – Sí, nosotros. – Mi papá alarmado.
    
    – ¿Le pasó algo a mi hermano? – Mi hermana angustiada.
    
    – Job se encuentra estable por el momento, sin embargo se requiere con urgencia donadores de sangre a la voz de ya. – El enfermero hablaba rápido.
    
    – ¿Cuántos donadores se requieren? – Mi papá cuestionaba.
    
    – De preferencia tres. – Le respondía inmediato.
    
    – Acabé de tomar refresco y unas botanas, ¿puedo donar? – Mi mamá ansiosa.
    
    – Señora de preferencia que tenga un ayuno de cuatro horas como mínimo y no haber bebido alcohol o algún medicamento anticoagulante. – Con cierto apuro el enfermero les explicaba.
    
    – Yo puedo donar, no he tomado más que un jugo de naranja y unas frutas picadas. – Decía mi hermana.
    
    – Bien señorita, pero necesitamos dos más. – El enfermero con el tiempo encima.
    
    – Yo sólo he tomado café desde temprano, antes de venir aquí y es lo único que tengo en mi estómago. – Mi padre ofreciéndose.
    
    – Con usted son dos y ¿quién más?
    
    – Yo no podré donarle a mi hermano sangre, me tomé el antibiótico por mi infección en la garganta. – Mi hermano se tronaba los dedos de los nervios.
    
    – ¿Entonces, no tienen a alguien más que pueda venir con urgencia? – Les cuestionaban.
    
    Debido a la tensión generada del momento, mis padres y hermanos nunca se percataron de que merodeando en la sala de ...
    ... espera se encontraba Aníbal, quién al escuchar que les pedían sangre y faltaba alguien, él se levantó diciendo.
    
    – ¿Puedo donar yo? – Algo nervioso cuestionaba.
    
    – Sí, sí, claro, ¿es usted familiar? – Le interrogaban.
    
    – No, conozco a Job, es compañero mío en rehabilitación y hemos charlado un par de veces, puedo ayudar, mi sangre es universal. – Nervioso hablaba.
    
    – Gracias Joven, gracias, de verdad. – Mi mamá se le acercaba e impulsivamente lo abrazaba.
    
    – Nada que agradecer señora, Job me agrada y si en mis manos esta ayudarle lo haré, vengo en ayunas, así que puedo donar. – Él le decía mirando la preocupación y angustia de mi mamá.
    
    – Pues de tener a los tres donadores, por favor síganme. – El enfermero se llevaba a los tres donantes a que les sacaran sangre y posteriormente la mandaban para ser examinada y valorada a quirófano.
    
    Mi cirugía estaba resultando algo tediosa, ya que los músculos no se adherían de nuevo, me tuvieron que poner injertos de piel para que existiera un poco de estabilidad y elasticidad en mi recto; tras seis horas de cirugía me mandaban a recuperación; a mis familiares les avisaban que ya estaba fuera de peligro y que sólo esperaban a que reaccionará de anestesia para que me movieran a mi habitación; Aníbal le informaba mi hermana y él se mostraba tranquilo y en paz; amablemente y con respeto, se dirigía con mis padres.
    
    – Buenas tardes, disculpen, ¿puedo preguntar algo? – Con pena dijo.
    
    – Sí joven, ¿qué sucede? – Mi mamá.
    
    – ¿Se le ...