1. ¿Por qué a mí? Capítulo 46


    Fecha: 16/02/2025, Categorías: Gays Autor: Jesus tsukishiro, Fuente: TodoRelatos

    ... ofrece algo? – Mi papá se estaba por sacar la cartera, pues pensaba que Aníbal les pediría dinero.
    
    – Disculpe que hayamos sido descortés con usted, ni su nombre le preguntamos y dejamos que donara sangre a nuestro hijo. – Mi padre avergonzado.
    
    – Sí, descuide, no se preocupe, me presento, me llamo Aníbal y a Job lo conocí hace unos días atrás en rehabilitación y pues hemos charlado un par de ocasiones. – Él se sonreía estrechando la mano con mi papá.
    
    – Un gusto joven, nosotros somos los padres y sus hermanos de Job. – Mi papá amablemente.
    
    – Y bien, ya que nos presentamos, ¿qué era lo que nos iba a preguntar? – Mi mamá siendo directa, tan como siempre.
    
    – Ah sí, perdón, lo que pasa es, bueno, pues. – Nervioso se enredaba entre palabras.
    
    – Sólo quería saber, bueno, sí amm… – Más nervioso se ponía.
    
    – Tranquilo, respira, sólo dilo. – Mi hermana le sonreía.
    
    – Bien, si, disculpen, lo que quiero preguntar es, ¿podría entrar a Job antes que ustedes? – Aníbal estaba sudando de los nervios.
    
    Mis padres se miraban entre sí y aunque no les parecía la idea, sabían que yo no querría ver a ellos primero, así que mi mamá respondía. – Está bien, no veo por qué no deba.
    
    – Pues sí, sí, está bien. – Mi papá mostraba una ligera sonrisa.
    
    – ¿De verdad? – Se sorprendía y sus ojos se iluminaban.
    
    – Gracias, lo que pasa es que debo irme temprano pues debo trabajar, ya no me presenté en mi rehabilitación por quedarme a saber el estado de salud de Job, me cae muy bien y ...
    ... me importa mucho cómo salga y se encuentre. – Aníbal más tranquilo.
    
    – Si joven, usted no se preocupe, se nota el aprecio a mi hijo. – Mi mamá dudando y teniendo algunas sospechas sobre él.
    
    – Joven, ahora yo puedo hacerle unas preguntas. ¿Puedo? – Mi mamá seria.
    
    – Sí claro señora, por supuesto. – Aníbal muy accesible.
    
    Cómo era de esperarse, mi mamá quería hacerle unas cuantas preguntas a Aníbal, sin embargo, como ella tenía mi celular comenzaba a sonar y sonar; eran mis amigos que estaban mensajeando y llamando, por lo que las intenciones de mi madre se veían interrumpidas por atender mi celular.
    
    – Disculpe joven, tendrá que ser en otro momento, el celular de mi hijo no ha dejado de timbrar, veré quienes son. – Mi mamá algo inquieta.
    
    – Ah bien, sí, sí está bien, entiendo. – Aníbal educadamente decía.
    
    Mi madre se iba a un sillón a responderles a mis amigos desde mi celular; segundos después una enfermera daba aviso de que ya estaba despierto y en mi habitación, así que Aníbal disculpándose con mis hermanos y papá, se encaminaba para verme.
    
    Yo estaba entre sensible y mareado, pero estable, aún tenía oxígeno ya que quería dramatizar un poco cuando me vieran; y es que pensaba que quienes vendrían primero a verme serían mis papás, pero no fue así. La puerta se escuchaba tocar.
    
    – Sí, adelante. – Decía algo anodino.
    
    – Buena tarde, permiso Job, ¿Cómo estás? – Aníbal se asomaba.
    
    – ¿Tú? – Cuestionaba confuso.
    
    – Perdón, creo que hice mal en venir. – ...