De adolescencia, amor y sexo
Fecha: 24/02/2025,
Categorías:
Hetero
Autor: Pieldemanzana, Fuente: TodoRelatos
... reprimir. Llegó hasta mi clítoris y sentí un cierto hormigueo, no, no era un contacto agradable asi en seco. Creo que se dio cuenta, retiró su mano para humedecer sus dedos en su propia saliva y volvió al ataque. Ahora, suavizado por la saliva, el contacto era diferente, pequeñas descargas eléctricas me recorrieron. Me estaba masturbando y yo solo podía gemir y dejarme acariciar. Que distinto a cuando lo hacía yo misma, allá en la cama de mi colegio, escuchando los gemidos de mis compañeras que también lo hacían escondidas por la oscuridad.
Su boca volvió a atacar mis pezones y no tardé en convulsionar al ritmo que me marcaba. Me estaba corriendo como nunca antes había sentido. Su dedo rozaba mi clítoris mientras me encharcaba entera. Un relámpago en mi cerebro, un chispazo de placer, y me corrí entre largos gemidos y temblores. Me sentí abrumada por aquella sensación.
Un beso largo me devolvió a la realidad. Sus ojos se encontraron con los míos cuando conseguí abrirlos. Estaba alli, pegado a mí. Con una maravillosa sonrisa esperándome. Mirándome con ternura. Me sentí enamorada.
Yo no podía ...
... hablar apenas, se me amontonaban las sensaciones, los pensamientos, buenos y malos. Esa irrealidad de haber hecho algo prohibido pero deseado. Avergonzada cuando me descubrí a mí misma desnuda frente a un extraño. La vergüenza hizo que comenzara a devolver mi ropa a su sito. Él me ayudo amablemente, casi con ternura.
Cuando todo estaba de nuevo bien colocadito, tomé consciencia de que ya la tarde había caído. El sol se había puesto y la oscuridad nos rodeaba. Apenas si podía ver su cara, pero estaba alli, de vez en cuando sentía sus labios en los míos para confirma que sí, que había ocurrido.
Hablamos de muchas cosas abrazados el uno al otro. De promesas de amor, de sentimientos callados hasta hoy, de futuro. De vez en cuando un beso intercalado en la conversación. Poco me importaba que mi madre me echara una bronca cuando volviese, seguro que las vecinas ya le habrían dicho, a estas alturas, que me habían visto subida a una moto con un forastero. No me importaba en absoluto. Quería apurar aquel momento. Era para mí aquel momento y lo iba a apurar. La luna seguió mirandonos desde alla arriba.