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La historia de Arturo
Fecha: 01/03/2025, Categorías: Incesto Autor: ElFantasmaRojo, Fuente: TodoRelatos
... las palabras que había encerrado en un círculo y trataba de mantenerse serena. Había escrito lo más que pudo de su relato, pero se detuvo por la excitación. - ¿No usaron protección? -Preguntó Lorena al poner el bolígrafo entre las páginas. Arturo movió la cabeza y se acomodó nuevamente el pantalón. - Ni tiempo nos dio de pensar en eso. Estábamos muy calientes. Me estuvo cabalgando muy fuerte y no pude aguantar mucho. -Arturo cerró los ojos recreando ese momento y sin darse cuenta se frotó el pene ligeramente. -Las tetas le brincaban tanto… No dejé de acariciárselas en todo el rato que estuvo sobre mí. Le jalaba los pezones o se los mordía despacio. No sé cuánto tiempo pasó, pero no pude contenerme más. Le dije que me iba a correr y ella solo aceleró el movimiento de sus caderas. Un par de arremetidas más y me corrí dentro de ella. Nunca me había venido así, tan intensamente y creo que ella tampoco. Quizá fue más intenso porque lo que estábamos haciendo estaba mal y por lo mismo fue tan placentero. Lancé varios chorros antes de que ella dejara de moverse y no supe si se corrió también. Solo se quedó quieta con mi verga adentro y los ojos cerrados y cuando se bajó me dio un beso en la boca, muy largo pero sin usar la lengua. Quería besarla desde antes pero no entiendo por qué no me atreví. Se quedó acostada ahí conmigo sobándome la pija y besándome despacio hasta que se durmió. Yo también me quedé dormido y en la mañana que me desperté ya no estaba, ni mi papá ...
... tampoco.- Le llamó la atención ese detalle. En la mayoría de las relaciones incestuosas los besos son un aliciente común, pero en este caso, no lo había mencionado hasta entonces. Imaginó brevemente como sería besar a su hijo en varios posibles escenarios e inconscientemente se mordió el labio inferior. Estaba fascinada por el relato y sobre todo como un juego que ellos consideraban “inocente” los había llevado irremediablemente al encuentro sexual. Pero, sobre todo, se sentía intrigada por esa aparente falta de conexión íntima entre los dos y que solo tienen las parejas, limitando su relación únicamente al sexo. Hasta le parecía algo razonable. - ¿Cómo sentiste ese beso? ¿Fue como alguno que te hubieran dado antes? - No. Si fue muy diferente. Pero se sintió raro y me excitó mucho tener su aliento tan cerca, no sé por qué. Creo que esos detalles, como su aliento, el olor de su piel o de su cabello, son cosas más propias de una pareja. Tener todo eso para mí de verdad me prendió mucho. - ¿Tu mamá propicia después los demás encuentros? - Los dos. Ese día nos tuvimos que esperar hasta la noche para hacerlo otra vez. Lorena recordó las miradas y las caricias de su hijo cuando no estaba su padre. Era más cariñoso, pero sin pasar el límite del coqueteo, aunque secretamente deseaba que lo hiciera. Eran casi personas diferentes cuando estaban a solas. Le estaba costando trabajo concentrarse en las palabras de Arturo, pues su mente estaba fija en su hijo. - ¿Ya era cosa de ...