La profesora de autoescuela (5ª parte y final)
Fecha: 06/03/2025,
Categorías:
Dominación / BDSM,
Autor: Swad Swan, Fuente: TodoRelatos
... braguitas normales, cuando ya estaban casi arriba noté que el pequeño traidor me tocaba con las nalgas que, al estar de pie y un poco en tensión, no lo dejaron pasar. Así no vamos bien… Me senté en la taza del inodoro pero tampoco me pareció que fuera buena idea. Allí estaba, de pie, con unas bragas con polla a medio muslo, mirándome al espejo como una idiota. Entonces me acordé que la Señora me había dicho que lo untara con vaselina. No tenía un pote como tal, pero recordé que tenía un protector labial que ponía “90% vaselina” en la etiqueta. Cuando lo encontré, me unté un poco los dedos y los hice resbalar por el pene de plástico. No pude evitar sonreir cuando me vi en el espejo, con las piernas medio flexionadas, haciendole una especie de pajilla a una polla falsa. Cuando ya quedó bien embadurnado me volví a subir las bragas pero de pie no iba a ser posible, tenía que poner una posición en la que el culo quedara bien abierto. Recordé que cuando íbamos de campamentos, para mear y cagar, nos poníamos de cuclillas y la “faena” era muy fácil. Fui bajando el culo hacia el suelo y cuando ya estaba casi tocando, cogí la polla y la dirigí hacia donde calculé que estaba el ojete, no fue fácil, tuve que usar mis dedos para localizar el agujero. Enfilé el capullo y lo empujé suavemente. La punta era bastante delgadita, así que enseguida noté como se iba abriendo camino, no dolía pero, aunque estuviera sola y con la puerta cerrada, me daba bastante vergüenza. Soy una guarra ...
... integral joder !! Seguí empujando notando como se abría camino centímetro a centímetro. Ya debía estar medio adentro porque tuve que sacar la mano y seguir empujando desde el exterior de la braga. Empezaba a doler, notaba esa polla demasiado rígida. Hice un último empujón, noté un cierto dolor, no en el ojete sino dentro, pero ya estaba dentro. El sudor me corría por la frente. Poco a poco me puse en pie. Lo notaba metido muy dentro de mi. Me sentía como empalada, rígida. Di un par de pasos pensando que sería imposible, pero lo conseguí. Caminaba como una zombi. Me puse una camiseta larga, un pantalón de chándal holgado y me fuí a desayunar. Por el pasillo intentaba andar normal, pero no era posible, andaba como un robot. Mi hermano pasó a mi lado corriendo, sin querer me empujó y por instinto me llevé la mano al culo, por un momento pensé que se salía de sitio, pero no, seguía firmemente clavado. Me preparé el desayuno y al sentarme en la silla, me dejé caer como hago siempre y un calambre me recorrió todo el cuerpo, desde lo más profundo del culo por la espina dorsal hasta la cabeza. Se me pusieron los pelos de punta. Era placer lo que había sentido en esa pequeña embestida anal?
Acabé de desayunar y estuve caminando arriba y abajo por el pasillo hasta que me acostumbre a sentir la polla de plástico en mi culo. Ya casi ni la notaba. Recogí mi habitación y como siempre a estas horas me entraron ganas de cagar. Siempre, desde siempre, a media mañana tengo un apretón. Sé que es ...