Una Buena Ocasión 2 - Relatos Eróticos

Una Buena Ocasión 2

... ambrosia, la monja, ¡jajaja!. - y dejo de reír cuando él le sonrió negando con la cabeza.

-Venga ya ¿con quién? - le preguntó frustrada, imaginando que lo desvirgaría ella, con sus agujeros expertos, y lo dejaría flipado.

-Me voy bruja, me pones así, y ahora quieres que te cuente a quien me tiro casi cada día. Hasta mañana. - y se fue dejandola con la boca abierta, y llamándole.

- ¡Joder Damián ven, vamos a hablar!. - le gritó, con su cuerpo protestando por su torpeza al hacerse demasiado la “profesional”.

-Hay pobres ¿os habéis peleado? - le preguntó Sonia, que le esperaba detrás de la puerta de la cocina.

La empujo dentro, le coló la mano por su pantalón de chándal hasta su coño, y la empezó a pajear con rabia, buscando un trapo para meterle en la boca.

-Calla puta, que te va a oír. Tú me vas a quitar el calentón, tu hija es una guarra calienta pollas. - le dijo bajándole el pantalón y las bragas, sacando su polla, con ella abriendo los ojos al verla y sin poder hablar con el trapo en la boca.

Le dio la vuelta, ella se apoyó mirando la polla muy contenta, y la noto entrar sin compasión.

- ¡Mmmmh! ¡Mmmmh! ¡Mmmmh! ¡Mmh! ¡Mmh! ¡Mmh! ¡Mmh!. - empezó a recibir pollazos, que no recibía hacia años, pero su coño también estaba hecho a un buen consolador que le compro una amiga, y empezó a gozar y a intentar no gemir muy fuerte.

Damián subió las manos por su espalda para buscar sus enormes pechos y noto mal olor, de no ducharse en días y después unos ...

... enormes pelos en los sobacos.

- ¡Joder!, ¡que asco Sonia! ¡Mmh! ¡Mmh! ¡Lávate guarra! ¡Mmh! ¡Mmh! ¡Buff! ¿y estos pelos? Madre mía que cortada de rollo ¡Mmh! ¡Mmh!, no vuelvo si no te arreglas más ¿eh? So puta ¡Mmh! ¡Mmh!. - le dijo entre pollazos, agarrando sus pechos y amasándolos con rabia, aguantando la peste que salía de la señora.

Ella asentía y notaba el dolor en los pechos, pero esa polla era mil veces mejor que el consolador, y no paraba de entrar y salir sin tregua, notando algo de dolor en el fondo de su coño, pero gozando como nunca y asintiendo.

Andrea fue a la puerta, y llamo a su madre:

- ¡Mama, súbeme un bocata porfa!. - le dijo, esperando la respuesta.

-Joder, ahora esta ¡Mmh! ¡Mmh! ¡Mmh! contéstale. - le dijo sacándole el trapo de la boca, pero la pobre señora gimió bastante fuerte.

- ¡Aaaaajj! ¡Si cariño, voy! ¡Mmmmh! ¡Mmh! ¡Mmh! ¡Mmh! ¡Mmh!. - volvió a recibir los pollazos, aún más fuertes y rápidos, y ella le hizo una señal en su pierna para que aflojara, pero el aumento más, y le dijo sacándosela y tirándole de los pelos hacia su polla.

-Si, joder ya estoy, ¡abre la boca guarra!. - y en cuanto la abrió un poco se la metió con fuerza, y le soltó la lefa en la garganta, haciéndole toser y tener arcadas, sin poder separarse para respirar.

- ¡Puta mierda! ¿no sabes chuparla, o qué?. - le dijo sacándosela y acabando de correrse en su cara.

Ella tosía y le sonreía como una tonta, relamiendo la lefa que cayó en sus labios, dando saltitos ...