La primita feminista
Fecha: 13/03/2025,
Categorías:
Incesto
Autor: VictoriaSG, Fuente: TodoRelatos
... algunos consejos para acercarse a las chicas y ya me lo perdonaba todo, incluso sabiendo que mis palabras no le iban a servir de nada.
Mis triquiñuelas para salirme siempre con la mía no perjudicaron a la familia. Con el paso de los años seguíamos tan unidos como siempre, hasta que se produjeron dos bajas inesperadas en nuestras reuniones familiares. Mi tía encontró un trabajo en otra ciudad y se fue con Frida, lo que provocó que, por primera vez en nuestras vidas, no comiéramos todos juntos en domingo.
- Mamá, ¿la tía va a estar mucho tiempo fuera?
- En principio van a ser solo un par de meses.
- Se me hace raro que no estemos todos juntos.
- Y sobre todo no poder meterte con tu prima, ¿verdad?
- Es la pequeña, le toca soportar nuestras bromas.
- Con Nil también te pasas bastante, que no soy tonta.
- El pobre es muy inocente.
- Lo que pasa es que tú eres demasiado espabilado.
No estábamos acostumbrados a que faltara nadie en las comidas de los domingos, así que la ausencia de mi tía y de Frida se notó mucho. Nil y yo pensábamos que nos podíamos entretener solos, pero nos acabamos dando cuenta enseguida de que sin poder meternos con nuestra prima todo se volvía bastante más aburrido.
Nuestro único consuelo era que iban a ser solo un par de meses, pero ese tiempo se fue alargando cada vez más. Por lo visto, a mi tía le estaban yendo las cosas muy bien en el trabajo, aunque no podía permitirse volver ni siquiera de visita. Tras casi un año sin ...
... verla, nos dijo que regresaría para pasar las navidades en familia, lo que nos hizo a todos mucha ilusión.
Aunque nos hiciésemos los duros, mi primo y yo teníamos muchas ganas de volver a ver a Frida. A pesar de ser el blanco de todas las bromas, era la pequeña y le teníamos mucho cariño. Aguardábamos su regreso con ansia, pero en el último momento mi tía llamó para decir que, por una cuestión de trabajo, les era imposible volver.
Aquellas fueron nuestras fiestas más tristes y el inicio de mi distanciamiento con la familia. No es que me alejara de ellos por completo, pero comencé a faltar algunos domingos, siempre poniendo como excusa que tenía que estudiar, aunque en realidad lo que hacía era llevarme a mis ligues a casa y follar todo lo que podía.
El sexo se convirtió en mi mayor afición, como le sucede a cualquiera que lo prueba, pero no fue la única. Por recomendación de un amigo me apunté al gimnasio y se convirtió en un vicio hacer deporte y ver cómo mi musculatura iba en aumento. Lo mejor de todo era que mientras más fuerte estaba, a más chicas conseguía llevarme a la cama.
- ¿Te estás tomando algo raro para estar así de cachas?
- No digas tonterías, Nil, todo esto me lo he currado en el gimnasio.
- ¿Crees que yo también podría?
- Probablemente, pero si tú no follas no es por la falta de músculos.
- ¿Por qué crees que es?
- Porque eres muy blando, a las tías les gusta estar con un macho dominante.
- Eso era antes, ahora gustan otro tipo de ...