Al Servicio del Sultán 3
Fecha: 17/03/2025,
Categorías:
Dominación / BDSM,
Autor: jessmartin, Fuente: TodoRelatos
... Bagdad, Samarcanda o Tánger, y los enviados de los harenes de los gobernantes más importantes para ser los primeros en escoger las nuevas mercancías.
En esta ocasión, seré yo quien llegue un día antes que el resto y seré el primero en elegir.
Cuando llego al pequeño puerto acompañado por Merary y los seis guerreros nubios me reciben en un pequeño almacén dos representantes de los piratas, uno de los cuales resulta ser el capitán Salem, el mismo que nos acompañó en el viaje inicial de esta aventura.
“Me alegro de veros joven Eric;” me saluda el capitán Salem tendiéndome la mano, “Hafel me dijo que recibiera a alguien de su parte, pero no me dijo que eras tú, ¿Cómo están el Embajador y su bella hija.”
Le devuelvo el saludo y tomo aire antes de contestar, “El Embajador don Rodrigo murió pocos días después de separarnos, su hija Jimena es ahora mi esclava y está esperando a mi primer hijo.”
“Lamento lo del Embajador y lo de su hija, aunque viendo como la mirabais no tengo ninguna duda de que está en buenas manos;” me comenta provocando que vuelva a avergonzarme como me pasaba con los comentarios que me hacia aquellos días en el barco.
“¿Qué os trae por aquí?” me pregunta.
“Quiero comprar esclavas, bastantes esclavas;” le contesto.
“¿Cuántas?”
“Cerca de un centenar, jóvenes y blancas, y al menos una docena de ellas vírgenes y educadas;” le comento.
“Eso saldrá muy caro,” comenta el otro capitán.
No le contesto, simplemente sonrió y hago una señal ...
... para que dos de los nubios coloquen un cofre sobre la mesa y lo abran, provocando las exclamaciones de los dos hombres.
“Es suficiente;” comenta el segundo capitán.
“Y si no lo es siempre podemos incluir a alguno de estos musculosos ejemplares nubios o la belleza de ébano que viaja con ellos;” señala el capitán Salem.
“Ellos no son esclavos, y aunque ella si lo es, os aseguro que estarías muerto al instante si intentases tocarla sin su permiso;” le respondo.
“No lo dudo;” me dice el capitán Salem. “Seguidme para escoger las mercancías que buscáis.”
Caminamos hasta unos barracones de madera, al abrir las puertas el olor a sudor, suciedad y sexo golpea mi nariz, obligándome a cubrirla con un pañuelo.
“Perdonad el estado, acabamos de desembarcarlas y no nos ha dado tiempo a bañarlas y separarlas. ¿Qué buscáis exactamente?”
“Setenta jóvenes de no más de veintiún años, buen cuerpo y buenas tetas, guapas si puede ser. Servirán de criadas y de entretenimiento para los soldados de la caravana durante el viaje y luego una vez en Axum las venderemos como esclavas. Unas quince jóvenes de origen noble como regalo para la corte del Emperador, doce vírgenes de dieciocho años también nobles como regalo para el Emperador y tres vírgenes para mí;” le explico.
Rápidamente los dos capitanes transmiten las órdenes a varios hombres que empiezan a moverse por todos los barracones, seleccionando esclavas.
“Esperemos fuera;” me dice el otro capitán.
Una hora después, ...