1. Caléndula en Oriente


    Fecha: 03/04/2025, Categorías: Dominación / BDSM, Autor: Anejo, Fuente: TodoRelatos

    ... Sentía la muchacha el chapoteo de su almeja, tanto más abundante, cuanto más impasible se mostraba el Turco. Sintió deseos de tocarse delante de él y no se contuvo; despojándose de su camisa, se mostró desnuda al fin, separo sus pies hasta la anchura máxima y se lanzó a acariciarse sin pudor, frotando su botón y metiendo hasta tres dedos en su gruta del placer.
    
    El sultán te castigará severamente si haces esto en su presencia. Puede que incluso mande amputarte los pliegues de tu coño y cauterizar tu lenteja pecadora.
    
    Pues no iré contigo - exclamó entre suspiros y jadeos de éxtasis Caléndula - Mi cuerpo es mío y de nadie más.
    
    Ya veremos.
    
    Toma, prueba el anís de Chinchón, que está delicioso - dijo el Turco, tendiendo la petaca a la joven.
    
    Me encanta el anís - reconoció ella, dando luego un largo trago - Está muy bueno, dulce y espesito, pero hay un sabor diferente, un punto amargo…
    
    Caléndula se desmadejó de pronto, y el Turco tuvo que depositarla sobre el lecho.
    
    Ya es hora de ir cerrando - anunció Jazmín -¿Ha vuelto Leonor?
    
    Sí - informó Rosita - Por cierto, Sam ¿a qué hora salimos mañana?
    
    A las ocho está bien. Así llegaremos a la hora del almuerzo.
    
    ¿Os han invitado a comer?
    
    Sí, cariño, un cliente tuyo muy rumboso que está de caza en Alcobendas - dijo con sorna Rosita.
    
    ¿Váis a comer con don Carlos? Yo iría con tiento, que ese, además de un violento, es un absolutista.
    
    Eso pensamos - reconoció Samantha - pero es él quien debe estar ...
    ... preocupado, Jazmín.
    
    Mira a Basilé - murmuró Rosita - ha estado folleteando con Caléndula después de castigarla por provocar al personal, y ahora, ya está tirándole la caña a la Chunga.
    
    Es un semental insaciable - comentó con admiración Jazmín - dejadlo, una bendición del Cielo como esta, ha de estar bien repartida.
    
    Basilé había echado un vistazo a su cuarto, y el bulto en la cama le había despistado, como era de esperar. Salió a escape hacia la, alcoba de la Chunga, una meridional de gran temperamento y aún mayores ubres.
    
    Caléndula dormía profundamente, pero su sueño era extraño. No sabía si soñaba o si podía ver lo que ocurría desde fuera de su cuerpo. Notaba que estaba desnuda sobre la cama y que hacía calor. No podía moverse, pero sentía perfectamente los dedos fuertes y expertos del Turco moverse sobre su piel. Recorrían ahora los muslos, insistiendo en la presión sobre las zonas enrojecidas y amoratadas por el castigo, y eso la ponía a mil. Era consciente de que su coñito rezumaba flujos como una cascada de la montaña, pero no podía controlarse. Pronto los dedos largos y fuertes invadieron su parte más íntima, empapándose como churros en el chocolate. Le pareció oír los chupeteos del Turco, que se deleitaba con aquel manjar prohibido, lamiendo de su propia nano. Pronto resultó esto insuficiente y el canalla bajó a sorber directamente de la taza con su boca, provocando un violento orgasmo a la joven oriental.
    
    Luego, sintió que la ayudaban a vedtiirse, la cubrían con ...
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