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El gordo y fuerte señor dueño de un Border Collie 3
Fecha: 06/04/2025, Categorías: Dominación / BDSM, Incesto Sexo con Maduras Autor: ssss, Fuente: SexoSinTabues30
... distendido. Estaba vestido igual que por la mañana. La rebeca de punto no le abrochaba por el tamaño de la barriga. Continuamente intentaba tapársela como para disimularla. Me fue enseñando todas las habitaciones hasta que descubrí que estábamos los dos solos. Cuando llegamos a la biblioteca desplegué los apuntes y esquemas sobre la mesa y él me puso nuevamente su brazo encima de mis hombros. Yo no pude más y le puse el mio en su cintura. Mientras organizaba el trabajo se inclinó hacia delante y pude ver perfectamente su teta y parte de su barriga a través de su camisa semi abierta. Llevé mi mano hacia el siguiente botón por abrir y lo desabroché. Él siguió con las explicaciones pero entonces con la misma mano que le había desabrochado el botón de la camisa, le toqué la teta y le besé la mejilla. Entonces empezó a reír. “Ven aquí” Me cogió por el brazo como si fuera una marioneta y me llevó a un sillón sentándome en su muslo. Instintivamente llevé mi mano a su bulto, se lo toqué repetidamente y le saqué aquel pedazo de carne morcilla y los grandes huevos también no sin dificultad. Yo vestía un chandal con una sudadera y me pidió que me lo quitara todo dejando a la vista mi escuálido e imberbe cuerpo. Me senté otra vez en su muslo, le terminé de desabotonar la camisa, cosa que me costó en la zona del ombligo debido a su gran volumen y empecé a pajearlo. No podía abarcarla con mi mano de lo gruesa que era. Era una polla ...
... muy grande y bonita. Él me metía un dedo en mi ojete mientras acariciaba mis muslos. Me acerqué y le di unos besos en la mejilla y fui acercándome a sus labios. Al principio me torció la cara pero estaba siendo tan cariñoso y tierno con él que me permitió robarle piquitos sin lengua mientras se los daba su pollon adquiria proporciones enormes. Entonces me levanté y le pedí bajarle los pantalones. Se desabrochó el cinturón y tiré de ellos y de los slips hasta dejárselos en los tobillos. Me senté encima de él y me agarré a su cuello y seguí robándole piquitos. Ya me lo permitía y disfrutaba de ello. Quería que me iniciara. Sabía que me iba a partir el culo pero fui yo mismo el que me di la vuelta y cogí el tronco y me introduje la punta. Él no me forzó. Dejó que yo me la metiera pero cuando ya tenía la mitad dentro dio un golpe de cadera y caí sobre su mullido barrigón. Cogí sus brazotes e hice que me abrazara. Me sentía propiedad de Don Ernesto ya. Estuvimos así unos minutos. Él se movía ligeramente pero no quería follarme todavía. Fui yo el que lentamente empecé a bajar y a subir aquel pedazo de polla hasta que fui incrementando el ritmo habiéndome acostumbrado ya a su tamaño. Entonces me la saqué y me di la vuelta y me la volví a meter. Él me cogió por la cintura y me empezó a follar y yo empecé a gemir ante la follada de aquel macho gordo y fuerte. Me había iniciado la persona soñada. Continuará… [email protected]