No fue planificado
Fecha: 08/04/2025,
Categorías:
Hetero
Incesto
Infidelidad
Autor: Danilo, Fuente: SexoSinTabues30
... embargo, mi cuñada, se gira un poco, me mira de reojo y me dice, sin más:
– ¡Sabes lo que estás haciendo! – me dijo casi al oído.
Me quede paralizado. Pero ella continuó: ¿Te has parado a pensar que “soy la mujer de tu hermano”?… ¡Sabes que eres un degenerado! ¿Cómo te has atrevido a tocarme ahí abajo? me contestó con cara de autentico enfado.
– ¡Lo siento Daniela! Creo que… no me he sabido contener. ¡Lo siento de veras…! Por favor no se lo digas a mi hermano – le dije sumamente nervioso. Casi me desmayo. Me quede de piedra.
– Sabia que eras un liberal, pero ¡no pensé que fueras tan atrevido! Hasta había pensado que no te gustaban las mujeres, pero por lo que veo, esto no es así- me dijo mirando hacia el espectáculo.
– ¿Quién te ha dicho que no me gustan las mujeres? – Le pregunte algo molesto, reponiéndome de mi aturdimiento anterior.
– No sé… Es lo que se hablaba por ahí. ¡Dicen que quizás eres gay! – me dijo sonriendo y como picándome.
Muy enfadado le dije:
– ¿Quien a dicho semejante patraña?
– Esta bien niño. No te enfades. Es que, como no se te ve novia, ni estas con otras chicas de tu edad, y siempre estas tan solo…
Seguimos viendo el espectáculo casi sin decirnos nada. Yo tampoco me atreví a tocarla, aunque nuestros cuerpos seguían en contacto, ya que era la única forma de permanecer en el lugar.
Al rato, de repente rompe el silencio entre nosotros y me dice, con preocupación:
– joder, ¡me están dando ganas de orinar! Debí haberlo ...
... hecho antes de entrar, pero, pensé que realmente era pasajero y que podía aguantar. Y, ahora ¡me estoy meando de verdad!
Yo no supe que decirle, me quedé parado. No me esperaba aquello. Ella miraba para todos sitios como buscando un lugar donde poder hacerlo.
– ¿Quieres que te acompañe hasta la zona de los baños? – le dije por decir algo.
– ¡Que dices! – Me miró como incrédula – pasar por toda esta zona a oscuras. Y, además tengo bastante reparo en orinar en esos baños públicos con tanta gente. Se puede coger muy fácil una infección.
– En eso tienes razón. Pero, ¿cómo harás?… ¿podrás aguantar todo el espectáculo?, ¿qué piensas hacer? – le dije nervioso.
Ella se mantuvo en silencio, se quedó pensando, y luego me dice casi al oído:
– ¿Crees que te podrás echar un poco hacia atrás? Quiero ver si puedo agacharme un poco, y quizás… ¡quizás…pueda hacerlo aquí mismo!
Se gira hacia atrás con la cabeza y me dice con una mirada morbosa:
– Espero que…. ¿no te molestará verdad? ¿No te molestará que tu cuñada pueda orinar aquí? ¡Precisamente delante de ti…! ¿Verdad? Ya sé que no es muy prudente, pero, creo que no me queda otra solución. Si no lo hago pronto, te juro que ¡me voy a mear en las bragas!
Me quedé embobado y casi tartamudeando. Aquella situación no me la esperaba. No estaba preparado para una situación similar, y le dije:
– ¡C… Claro Daniela! Claro… que no me molesta… si tienes ganas… A fin de cuenta es una necesidad fisiológica.
-Ya…pero…. Joder… ...